domingo, 6 de noviembre de 2011

Aquellas aguas...

Los años 60 fueron los coletazos de aquellas inundaciones que azotaron durante siglos la ciudad de Sevilla, y de esas ultimas aguas recogemos este recuerdo de forma gráfica...


Pero toda esa agua que vemos en la fotografía venia de algun sitio ademas del cielo, ya que ¿donde está tomada esta foto?. Como siempre buscamos en ella algo que nos sirva de referencia para ubicarla, y ese algo lo tenemos en un ultimo plano, ¿lo ven?...


Efectivamente lo que vemos al fondo es la Torre blanca, y toda esa agua que vemos es el desbordado rio Guadaíra. Para los que aún no se sitúen aquí lo ubicaran mejor...


Y muchos dirán ¿y que demonios es la Torre Blanca?...


La Torre Blanca era una de las almenas que las muchas que construyeron los musulmanes, que ya ha llovido, y que sirvieron de cordón defensivo de la ciudad de Sevilla, casi ná...


Hoy en día, haciendo gala del cariño que caracteriza a esta ciudad por la cultura y por la conservación de su patrimonio, la torre se encuentra en un estado lamentable y sirviendo de cobijo para vagabundos o mulos y caballos en algún que otro momento, una pena.


Aguas de Sevilla

viernes, 4 de noviembre de 2011

¡Al rico buñuelooo...!

Buñuelos, esa rica masa frita y rebozá en azúcar que hace que los olores en el real de la feria tomen un cariz distinto, antiguo, trianero y sobre todo gitano...


Hay un momento en el que te surge una duda, ¿que fué primero en la feria, los farolillos o las gitanas fabricando esos deliciosos buñelos? y es que la feria no es feria sin sus buñelos...


Siempre situadas estrategicamente en esas casetas justo al entrar al real de la feria, hacen que sean si cabe el toque con mas solera que mantenga la fiesta...


Aunque últimamente la cosa se ha desvirtuado un poco y los buñuelos, que siempre fue el dulce barato y socorrido que te sacaba de un mareito o un hambre madrugero, se ha puesto a un precio que solo es manjar para ricos, jejeje 


Laura Muñoz Gandia

jueves, 3 de noviembre de 2011

Santa Catalina II

Como ya vimos en la anterior entrada, Santa Catalina I, tanto la iglesia como la plaza aledaña, llamada Ponce de León, han sufrido cambios muy significativos con el paso de los años siendo los derribos los culpables de esos cambios.
Para seguir comparando el antes y el después de esos cambios, volvemos con una nueva entrada en la que utilizaremos dos formatos diferentes, uno la pintura y dos la fotografía. Empecemos con un oleo de David Roberts, pintor paisajista de finales del 1800 que capturó en su lienzo una de la imágenes mas bonitas de Santa Catalina y su entorno...


En el cuadro hay dos detalles ya desaparecidos a destacar de sobremanera, el primero lo tenemos en el margen derecho del oleo...


Vemos ese hermoso pilón con esa increíble cruz de cerrajería,  ambos de un diseño muy similar al de la fachada de Santa Catalina, y que dan un toque bellisimo al entorno de la misma, que triste que no se conserve hoy en día.
El segundo detalle lo tenemos en la misma Santa Catalina, y que ya tocamos en la entrada anterior...


Efectivamente son la casas que habían adosadas a las fachada de la iglesia y a la torre campanario, todas ellas derribadas para la ampliación que venia desde Imagen.
Ahora seguiremos comparando ese pasado con una bellisima fotografía...


El siglo y los años pasaron y muchas cosas han cambiado, pero no tanta como creemos, la primera...


El pilón y la cruz ya han desaparecido, aunque eso si, el albero sigue siendo el pavimento de la plaza, aunque si podemos ver bancos de piedra y ya algún que otro árbol ya sembrado en la plaza, aunque aun son muy jóvenes para dar sombra. También podemos ver que las casas adosadas a la iglesia y el campanario aún siguen en pie...


Hasta aqui el breve pero entretenido repaso por una de las zonas mas hermosas tuvo y tiene el centro de Sevilla, por que a pesar de todo, el que tuvo, retuvo.

José Lopez García

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Tanto ha cambiado?

Hace poco realicé una visita guiada con mi señora al Palacio de San Telmo para comprobar cual era su estado y el resultado después de la restauración que se ha llevado a cabo en él, sacando como conclusión que menos su patio barroco y su capilla, todo lo demás ha sido destrozado, derribado, desvirtuado por completo, y no lo digo por esta ultima restauración sino por todas las anteriores llevadas a cabo en él.


Recordemos, primero fue escuela de marineros, después Palacio, pasando por seminario y finalizando en diputación.  Ya en su paso de palacio a seminario se destrozaron sus patios y galerías barrocas, no terminando el mal gusto ahí ya que en la penúltima intervención para adaptarlo a edificio publico fue tambien desvirtuado con bastante desacierto.

En esta bella imagen lo que vemos es el lateral del Palacio y la puerta creada para la entrada de carruajes cuando a el se mudaron los duques de Monpansier.
Vemos también el el suelo las vías de los Tranvías, que junto con los adoquines formaban un mosaico maravillo, y sino comparen esto ultimo con la imagen actual del entorno...


Ayyyyyyyyyyy, de aquellos adoquines sevillanos que con tanta desvergüenza vendemos al resto de Europa,(Alemania y Dinamarca), perdiendo hasta en el suelo la poca identidad que nos queda.

Jesús Gómez Maret

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