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sábado, 10 de noviembre de 2018

La desaparecida Plaza del Salvador

Hoy en dia, cuando hablamos de la Plaza del Salvador, lo primero que se nos viene a la mente es "cerveza", pues para velador al aire libre ha quedado esta desolada plaza, estando tomada por tres o cuatro bares por todos sus flancos, y siendo desprovista de cualquier mobiliario público para que no te quede más "cohones", de tener que sentarte en la escalinata de la Colegiata del Salvador, que cada día están más deteriorados, o de apoquinar una mesa en los bares que tenemos en ella.
Pero no siempre fué así, pues antaño la Plaza era un lugar de esparcimiento, descanso y relajación, donde la simple vista de la fachada de la Colegia del Salvador, era suficiente para sumergirte en un profundo trance de arte, solera e historia...


Increíble, ¿verdad?. Árboles, parterres, bancos, esto parece un oasis en pleno centro histórico de sevilla, sacado de una postal de cualquier otra ciudad de la vieja Europa...


Pero todo esto debería cambiar o evolucionar durante décadas hasta llegar donde estamos hoy, un secarral de adoquines...


¿Cuál fue el primer factor que nos llevó a la deforestación y desmantelación del oasis?, si, efectivamente, la llegada del automóvil...


Como buen ser humano involucionado, cuando tenemos un automóvil, queremos llegar con él hasta la mismísima puerta de nuestro destino, y si es posible, aparcarlo en ella, siendo necesario para lograr ese espacio de aparcamientos la desaparición  de todos los parterres y parte del arbolado que tenía la plaza...


El pobre arbolado que sobrevivió, tan sólo duró unas pocas de décadas más, justo hasta la llegada de nuestro admirado 600, que nació en 1957...


Aquel automóvil que toda familia media empezó a poderse permitir y que tomaron toda Sevilla como si no hubiera un mañana...


Los 600 no solo se llevaron por delante el arbolado, también se encargaron del exilio de la estatua de Martínez Montañés, qué 1967 fue desmontada y trasladada a la esquina del "Magnolio de la Catedral", donde lucía no de muy mala manera para cómo podía haber acabado...


Bajo la sombra del magnolio estuvo hasta los años 80, un total de 18 años vigilando el tráfico rodado que por aquel entonces tomaba la Avenida de la Constitución, y que desde luego lo cubrió de polución hasta la mismísima ceja...


En 1985 sale adelante el proyecto para devolverlo a su ubicación original, la Plaza del Salvador, pero como las cosas de palacio van despacio se empezó la casa por el tejado, la estatua fue desmontada sin estar terminada la reurbanización de la plaza, por lo que no hubo más remedio que tirarla tras las rejas de la Colegiata bajo el bombardeo palominero que regaba toda aquella zona...


No es de extrañar el maltrato que Sevilla le dió a esta estatua, viendo en las condiciones en las que quedó el vaciado de escayola que sirvió para su fundición, el cual se arrincono en la trasera del patio de los almacenes de Patrimonio de la Universidad de Sevilla, expuesto a su descomposición y destrucción total...


En estos días está en portada el debate suscitado por la reducción de veladores en la calles de Sevilla. Yo personalmente soy de los que opino que un descanso en un banco a la sombra de un buen árbol y con el frescor y aroma de un parterre regado de flores, no tiene rival ni enemigo que se le resista, y que para que un comercio, un bar, sea rentable, no se consigue a base de más mesas y mas veladores, y si dejándole más beneficios a tendero reduciendo los increíbles impuestos a los que está sometido.
Hoy en dia Sevilla es una ciudad incómoda y hostil, para el sevillano, para el turista que nos visita y nos llena la cartera, y reurbanizaciones como la de la Plaza de la Encarnación o lugares como la Plaza de Salvador, no invitan en ningún momento a ser un lugar de esparcimiento o de relajación y si de ser sitios de paso, por lo que restan en comodidad, y en tiempo de visita. ¿Quien va a cambiar esto?, pues sinceramente no lo se, por que los políticos, los poderes fácticos que manejan a la prensa de esta ciudad, no son partidarios de que nada cambie, por lo que simplemente sobrevivimos a estas décadas que nos han tocado y esperemos una mejores para nuestros hijos y nietos.


Universidad de Sevilla
ABC
Ana Maria Lopez Noriega
Juan Jose Ayala Rodriguez

domingo, 29 de abril de 2018

El romanticismo perdido de las marquesinas de madera

Pasear por Sevilla es bonito, eso no se puede negar, las pasamos canutas en verano para encontrar una sombra, una fuente, y un banco cómodo para descansar...pero es bonito. Pero lo cierto y verdad, es que si miramos esas fotografías antiguas donde vemos esos escaparates de madera con esas marquesinas en caoba con letreros en cristal, pues envidiamos ese romanticismo perdido que mostraban esos comercios en sus fachadas y escaparates. Para el que aun no entienda esto que estoy contando, voy a ponerle dos ejemplos en dos zonas diferente de la ciudad, la primera en la embocadura de la Calle Cuna con la Plaza del Salvador...


Esta fotografía me tiene enamorado desde la primera vez que la vi, pues me llama poderosamente los vestidos de la la mujer y su hija que aparecen en primer plano, y como la señora esta mirando fijamente al fotógrafo en el preciso momento que dispara la cámara...


He deducido, con probabilidad a equivocarme, de que la imagen capta un momento de la Semana Santa Sevillana, tal vez Viernes Santo por la mantilla y la peina de la señora, el niño que esta tras ella vestido de marinerito o su hija vestida tan elegantemente con ese tocado sobre la cabeza, demás de  por la pila de sillas que vemos en la parte derecha de la imagen, que tal vez fueran parte de ese parte oficial que se disponía en la Plaza para ver el transcurrir de las hermandades...


Ahora les voy a pedir que se fijen en los escaparates de los comercios y las marquesinas, sin duda un trabajo muy hermoso de ebanistería y pintura que daban ese romanticismo del que les hablo a estas calles...


Hoy en día el aspecto actual de la calle ha cambiado mucho, por no decir totalmente, y es que aunque se conserva gran parte del caserío que vemos en la fotografía, hemos perdido la elegancia de los comercios, la vistosidad de sus marquesinas y sobre todo ese romanticismo que le daba un plus o toque extra de calidad a lo que dentro del local te iban a vender...


Ahora nos vamos a marchar a otro punto de la ciudad, aunque esta muy cerquita de este anterior que hemos estado conociendo, concretamente nos marchamos hasta la Plaza del Pan, hoy de Jesús de la Pasión...


He visto esta fotografía coloreada y os aseguro que es una gozada para los sentidos, es una pena que en blanco y negro no ofrezca tanta variedad de matices. Aquí observamos de nuevo el detalle de las marquesinas y los escaparates, y vemos como algunos guarda una cierta inclinación en angulo de 45 grados para ser mas cómodos y legibles al viandante...


Otro detalle a destacar y que se suma a la cantidad de carros que vemos en ese cruce con la Cuesta del Rosario, es la estrechez tan aguda que vemos en dicha calle cuando va subiendo hacia la Plaza de la Pescadería...


Esta zona también ha cambiado por completo con el paso de los años, y hoy presenta una imagen diferente de mas amplitud y sobriedad, ademas de que se ha perdido parte importante del caserio que vemos en la imagen...


Hoy en día solo tenemos algunas de estas marquesinas en comercios centenarios que han sobrevivido hasta nuestros días, como pudiera ser la Confitería La Campana o alguna tienda de abanicos y souvenirs en la Calle Sierpes.

lunes, 29 de mayo de 2017

Calle Villegas un derribo sin sentido, 2ªParte

Los que ya me conocen saben de mi cabezonería, y cuando me quedo con la mosca tras la oreja soy capaz de dejarme los ojos ante archivos fotográficos hasta que doy con la tecla. Hace unos meses hicimos un articulo muy curioso de la Calle Villegas, "Derribado...¿para que?". En este articulo nos contacto un lector y bloguero, Ignacio Trujillo, el cual escribe un interesante blog, "desde mi azotea blogspot.com", donde nos dejaba constancia de su inquietud con respecto a la fotografía que mostre, pues no le cuadraba muy bien las definiciones del edificio derribado y el solar resultante.
Siempre escucho a todos mis lectores, primero porque aprendo muchísimo de ellos, y sus conocimientos y anécdotas son una fuente infinita de inspiración que nunca podré pagar, y fuente de esa duda que me despertó Ignacio, inicié una investigación gráfica sobre la Plaza del Salvador, donde estuve repasando una a una cada fotografía de mi archivo hasta que encontré una que me dio la solución a ese descuadre que no le encajaba a nuestro amigo Ignacio Trujillo...


Tenemos a nuestras espaldas la Calle Cuna, y frente a nosotros La Plaza del Salvador, y justo en el centro, se levantan los dos edificios derribados que rescabamos en la fotografia del articulo anterior...


El edificio que está más hacia la izquierda, es el que idenfificamos en el articulo primero de la Calle Villegas, el segundo es el que dejó el inmenso solar que tenemos custodiado por el kiosco de prensa...


Si tomamos una perspectiva de la Plaza del Salvador a dia de hoy, y señalamos el edificio que dejó el actual solar, podrán comprender mucho mejor la realidad que quiero mostrarles, fijense en la siguiente fotografía...


En fin, es uno de estos artículos que una vez que encuentras la pista que te falta, lo cuadras y lo montas, terminas un una satisfacción personal inmensa, y por otro lado estas pensando que cuando lo lea nuestro amigo Ignacio Trujillo, pues se va a llegar una gran alegría...


Ponemos aquí el punto y seguido por el dia de hoy, y como siempre os emplazo al siguiente, donde viajaremos en el tiempo hasta algún rincón ya perdido de nuestra querida ciudad para seguir descubriendo el pasado de Sevilla.

ABC
Julio Moreno Cabrera
Marisa Morales Cid

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