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domingo, 10 de marzo de 2019

...Yo me bajo en el Prado

"Yo me bajo en el Prado", estoy seguro de que esta frase la ha comentado al menos una vez en su vida el 80% de los sevillanos. Hoy en día es una frase natural para el sevillano que viaja en autobús, metro centro o metro, pero antaño era la respuesta del que lo hacía en tranvía...


Uff, que recuerdos, ¿verdad?...hoy en día sigue resultando icónica la imagen de aquellos tranvías sevillanos que dieron vida al transporte público y que fueron lugares de anécdotas e historias que han marcado el pasado de nuestros familiares.
Estamos en 1940, y podemos observar al tranvía 131 en ruta frente al hermoso Hotel American Palace, construido para la Exposición Iberoamericana del 29...


El Hotel fue todo un alarde del mejor regionalismo sevillano, hoy en día dividido internamente en diferentes departamentos, podemos decir que conserva el 90% de la estructura interna original, algo muy raro hoy en día en un edificio regionalista de aquella época, pues como sabemos, esta ciudad tiene una inquina muy especial con todo lo relacionado con el regionalismo sevillano, y lo que no acaba por completo bajo la piqueta, es al menos totalmente derribado en su interior...


En la actualidad esta vista que nos muestra la fotografía es totalmente imposible, pues además de los grandes plataneros, los Juzgados que se construyeron en el solar aledaño nos tapan por completo esta hermosa vista...


Terminamos este articulo con una reflexión un tanto apocalíptica de lo que es el razonamiento sevillano. Hoy en día nos encontramos en la tesitura de no saber de donde se van a obtener fondos para extender la línea de metro centro y metro, cuando hace menos de 60 años desmantelamos una red de tranvías eléctricos que cubrían el 90 % de la ciudad, tranvías que dicho sea de paso fueron malvendidos a los ayuntamientos de la ciudad de Vigo y Lisboa, y que siguen funcionando tal cual y en perfectas condiciones en la actualidad, siendo por ende un reclamo turístico excelente para estas dos grandes ciudades, y paro aquí porque me he puesto a llorar y las lágrimas no me dejan escribir más...

Archivos Tussan
Marisa Carballo Lorente

domingo, 17 de febrero de 2019

Metrocentro, un sucedáneo del pasado

No reconocer los errores, tropezar contra la misma piedra, derribar para volver a construir...eso, eso es mu de Sevilla, y sino miren...


Hace menos de 50 años, la Avenida de la Construcción tenía adoquines de Gerena colocados con una tirantez y un tranvía con un tramo de comunicación que llegaba hasta Coria. En 10 años tapamos los adoquines con alquitrán, los tranvías eléctricos los mandamos a Lugo y Portugal, donde aún funcionan y son un atractivo turístico, siendo sustituidos por autobuses de combustión y de nuevo en el año 2000 arrancamos el alquitrán, pusimos losas inmensas de granito y traímos de vuelta el tranvía (metrocentro), ¿alquilen me puede explicar que demonios pasa en esta ciudad?. No quiero ni pensar lo que hicieron con el guardia urbano que vemos en la imagen...


Me despido con una frase a lo Humphrey Bogart, "siempre nos quedará el magnolio de la Catedral...


Rubén Darío Martínez
Alicia Moreno García

sábado, 20 de enero de 2018

El último de Filipinas

Nuestr@s abuel@s son un pilar fundamental en la familia, de ellos debemos seguir aprendiendo en esa escuela interminable de la vida, pues los recuerdos que los más jóvenes descubrimos en fotografías aún siguen frescos en su memoria, y valga como ejemplo este que les muestro...


Estamos de paseo en una fresca mañana por la Avenida de Constitución, adoquines, vías, catenarias "flamencas" nos dibujan una Sevilla romántica y de ensueño...


El edificio La Aurora nos mira altiva, hacia nosotros se acerca el tranvía 132 en busca de su última parada en la Plaza Nueva, y junto al edificio de Correos ahí lo vemos, como si el tiempo no lo hubiera borrado de nuestra memoria, "el último de Filipinas"...


Si amig@s, "el último de Filipinas" es como me he permitido bautizar cariñosamente al último edificio derribado tras el ensanche de Santo Tomas. Observen esta otra fotografía,  podrán verlo mejor desde esta nueva perspectiva donde vemos el resto de edificios antes de ser derribados para tal ensanche y el callejón, para muchos desconocidos,  que daba entrada al desaparecido Colegio de San Miguel...


Si comparan esta ultima imagen, y la fotografía principal donde vemos al edificio justo antes de ser derribado, comprobamos que su estado era exactamente el mismo, no presentaba ningún desperfecto y para nada presentaba peligro de derrumbe...


Si todo lo visto lo comparamos como el estado actual de la Avenida, podemos hacernos una idea exacta de la magnitud de este ensanche, de todo lo construido posteriormente y de que no se guardo criterio alguno la ultima construcción realizada tras el derribo de este ultimo inmueble, por lo que se destrozó por completo la estética de todo el entorno...


Contemplando las dos fotografías no hace falta añadir adjetivos a la belleza de aquel edificio, sus balcones cerrados con cristaleras o como de maneras tan sevillanas tiene coronada la balconera de su azotea con grandes macetas cuajadas de flores.
Lo que vino después ya es de sobra conocido, esa extraña fijación por los urbanistas de lo lineal, y algo de especulación hicieron caer sobre el la fría piqueta, borrandolo por siempre del paisaje urbanístico sevillano, que no de la memoria incorruptible de nuestros abuel@s...


Termino este articulo dándoles, si me lo permiten, a los más jóvenes un sano consejo, y es el de compartir con sus abuel@s este tipo de fotografías, que os cuenten cómo era la atmósfera de aquella Sevilla de tranvías y catenarias, adoquines y balcones de forja, os aseguro que serán los mejores momentos de vuestra vida aprendiendo junto a ellos como era el pasado de Sevilla.

ABC
Julio Romero Cid
Antonio García Cruz

sábado, 25 de noviembre de 2017

Las desaparecidas cocheras del tranvia de Triana

El arrabal trianero ha ido sufriendo una metamorfosis en los últimos 40 años que han echo de sus barrios y sus calles algo muy diferente a lo que fue antaño. Siempre se conoció a Triana con el cariñoso apelativo de "pueblo", pues es lo que parecía dada la estructuras de sus calles, casas y corrales de vecinos. Incluso la inclusión de los nuevos barrios como el Barrio de León, siguió conservando esa estructura que la hacia diferente al resto de Sevilla. Pensemos que Triana era el epicentro de Sevilla, pues era el nexo de unión entre la capital y los pueblos del Aljarafe a través del tranvías, el 312 y 314.
En 1920 ya existían unos talleres del tranvía en Triana, adaptándose a cocheras en 1930 cuando se crearon las dos lineas. Estas cocheras estaban en la Plaza San Martín de Porres, donde hoy esta el Tranvía-Monumento de la linea 314...


Las cocheras estaban conformadas por dos naves que albergaban los vagones para reparación y cierre de la línea, y un edificio central donde estaban las oficinas y vestuarios de los maquinistas y personal administrativo...


Ahora que están viendo la fotografía a muchos les resultará muy familiar, pues aunque estuvieron en pie 1989, no eran funcionales desde 1960, año en que se cerraron las lineas de tranvía...


El derribo de las cocheras fue planteado para la profunda urbanización que sufrió Triana previo a la Exposición Universal de1992, dando salida al trafico rodado desde San Jacinto hasta Puerta Triana a través del la nueva salida hacia Huelva que se había creado tras la eliminación del Tapón de Chapina...


Hoy en día es imposible reconocer el lugar donde antaño se levantaron estas cocheras, pues ademas de abrirse un nuevo viario con varios carriles, también se construyo un enorme edificio de apartamentos que cambio por completo la fisonomía de la zona...


No terminamos este articulo sin ofrecer nuestro humilde reconocimiento a un trianero de adopción que hizo muchísimo por recuperar la memoria de estas cocheras y por que se colocara el Tranvía-Monumento en memoria de las mismas, Don Gabriel Sánchez, Gasán...


Este señor, amante del tranvía trianero, ademas de ser un historiador del mismo y mantener una de las mayores colecciones gráficas de tranvía sevillano, fue el precursor en 2006 de la iniciativa para los presupuestos participativos, de la restauración de uno de esos vagones, el ultimo que estuvo encerrado en esas cocheras, y que por suerte para nosotros los sevillanos fue rescatado y restaurado para su posterior colocación...


Tenemos que ser conscientes de que ya existe una nueva generación que a diario pasan por la Plaza San Martín de Porres, y que no tienen ni idea de que ese punto fue durante muchos años el centro neurálgico del transporte sevillano, donde se crearon miles de anécdotas que cambiaron la vida de muchísima gente...


La culpa no es de esta nueva generación el ser ignorante de lo que no se le cuenta o se le explica, tenemos que ser nosotros los que transmitamos esos recuerdos para que no se pierdan en el tiempo, y es lo que hacemos con todo el cariño desde esta pagina, el pasado de Sevilla.

Gabriel Sánchez, Gasán
ABC
Marco Lozano Melero
Antonio Garrido Moreno

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