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sábado, 9 de mayo de 2020

Desde la Cava de Los Gitanos

Ya me ha pasado más de una vez, que cuando empiezo a investigar sobre una fotografía me acabo enamorando de la historia que la rodea. Hoy ha sido una de esas veces...


La fotografía en sí tiene poco misterio,  bueno uno sí, el que conforma el paso...


Hablamos de uno de los pocos pasos alegóricos que han llegado hasta nuestros días tras los tortuosos inicios del siglo XX.  Es el paso de misterio de la Hermandad de Las Aguas, la cuál  ha ocupado mi tarde del viernes mientras me inundaba en las anécdotas,  vicisitudes y lucha que han conformado toda su historia como Hermandad de Penitencia. Una sequía de años, grandes pugnas por poseer el poder de la misma, "el bizco de Triana ", los bordados más originales que inventara Rodríguez  Ojeda o el apodo que se ganó por su solemnidad en su procesionar "el silencio de Triana ".
Y en Triana se realizó esta magnífica fotografía,  como así lo atestiguan los siguientes elementos,  el primero el perfil de la Iglesia de San Jacinto...


No vamos a profundizar en sus últimos y durísimos años de vida dentro de este templo. Allí lo consiguió todo, patrimonio, feligresía,  reconocimiento,  y también lo perdió en un trágico incendio sumado a la mala convivencia con Los Dominicos, por los cuales llegaron incluso a poner una reja que aislara su capilla del resto del templo.
En la fotografía observamos con todo lujo de detalles la antigua Cava de Los Gitanos, "cava" por la zanja que bordeaba la calle y salvarla de los desbordes del río y "de los gitanos" porque eran los vecinos que mayormente vivían en dicha calle.
En la parte izquierda de la imagen vemos parte de un edificio que lleva ahí mas de un siglo, sus balcones vieron salir a "La Valiente" y también a esta hermandad...


De esa antigua Cava hoy Calle Pajés del Corro queda más  bien poco,  como poco queda de ese Gran paso de Misterio,  tan solo confirmado estan las alas del Ángel que se postra ante el Crucificado...


No quiero terminar este día sin volver a recomendar la lectura sobre la historia de la Hermandad de Las Aguas, hoy Sábado 9 de Mayo, mientras escucho caer la lluvia sobre mi ventana, aquella por la cual surguiera esta hermosa advocación.

Web Hermandad de Las Aguas
Ana María Castro Muñoz 

jueves, 31 de octubre de 2013

Cuando las cosas no se hacen bien

Tenemos por costumbre estigmatizar y encasillar a las instituciones de nuestra ciudad según tratan el patrimonio, y no se por que se generaliza la opinión de que las Hermandades son las abanderadas en lo que a conservación del patrimonio arquitectónico se refiere pero sintiéndolo mucho, no estoy para nada de acuerdo, y en muchos casos puedo sostener mi opinión, como la mala restauración llevada a cabo en la iglesia del Valle por la Hermandad de los Gitanos o la que se realizó en la Iglesia de San Vicente.
Pero la que se lleva la palma es un de las capillas  con mas solera en la ciudad, la Capilla del Rosario...


Y se estarán preguntado, ¿que para que les enseño esta fotografía de la Hermandad de las Aguas? si de lo que estamos hablando es de la Capilla del Rosario, ¿verdad?, pues miren la siguiente ampliación...


Eso que ven es la parte superior de dicha capilla, La del Rosario de la Calle Dos de Mayo, y lo que nos cuenta la fotografía es la salida procesional de la Hermandad de las Aguas desde dicha Capilla...


Bien, hagamos un descanso en esta historia para conocer como se llegó a este momento, recordemos que la Hermandad venia de Triana, de la Iglesia de San Jacinto, de donde salieron escopeteados como todas las que entraron allí, ya sabemos como va la historia de los dominicos de San Jacinto. Pues bien, de allí empezaron un largo periplo de iglesia en iglesia, pasando por los Terceros, San Bartolome y acabando en la Capilla del Rosario. Fue entonces cuando se fusionaron con la hermandad de Gloria del Rosario y empezaron hacer con la capilla lo que les salio del pairo...


Como ven en las fotografías, la puerta de salida estaba antes en el lateral de la capilla, y como era de rigor, el altar de la Virgen del Rosario quedaba como altar mayor, pues bien, llegó la Junta de hermandad de turno y se puso a cambiar las cosas de lugar, la puerta al lado contrario, un campanario penoso donde estaba la antigua puerta y un largo etc, de atrocidades en una capilla del 1800.
Lo que se hizo con esta capilla y con el entorno fue un autentico atentado al patrimonio de la ciudad, y ahora para mas inri, la hermandad ha solicitado la ampliación de la capilla hacia al pequeño patio que hay frente a la puerta de salida, a lo que ha contestado patrimonio que todo el conjunto esta protegido y que no se puede, manda narices o no manda narices la cosa, y es que esta ciudad no hay por donde cogerla.

Manuel Jesus Cordero Lopez
Maria Loreto Martin

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