viernes, 1 de septiembre de 2017

El desaparecido Claustro del Convento de San Pablo

Hay cosas que Sevilla, por vergüenza o por naturaleza, las borra de su memoria sin dejar rastro, sin ni siquiera plantearse por un momento si estaban bien o si estaban mal, y sobre todo con un interés nulo a que su pasado llegue a generaciones venidera. No pasa nada, para eso estoy yo aqui, con mas ganas que medios, con más ilusión que ayuda pero dispuesto a dejar un humilde legado de la memoria para que nuestros hijos, nietos y bisnietos sepan lo que se le hizo a esta bendita ciudad y de lo que se les privó de disfrute y admiración sin remordimiento alguno.
Hoy vamos a tratar uno de esos temas olvidados, borrados de la memoria, el desaparecido Claustro del Convento de San Pablo...


Bien, refrescando un poco la memoria de nuestros lectores, ya hicimos con anterioridad algunos artículos relacionados con el Convento, como por ejemplo la desaparecida Calle Magdalena o el derribado Compás...


Pero hoy vamos a centrarnos solo en el Claustro, que ocuparía el total de lo que hoy es el Hotel Colón, ya saben, ese hotel enorme que está justo en la parte trasera de la Iglesia de la Magdalena, y que ocupa el comienzo de la Calle Canalejas...


El claustro estaba divididos en dos parte muy concretas, según vemos la imagen, la parte izquierda que daba a la Calle Bailén, eran las habitaciones del Convento, y del centro hacia la derecha era el enorme y bellísimo patio interior...


El derribo comenzó a finales de 1956, terminandose por completo a mediados de 1957, pero el Claustro estaba sentenciado de muerte medio siglo antes, concretamente en 1906 que fue cuando un tremendo incendio destrozó el 90% de las cubiertas...


La fotografía tiene miga, si prestan atención verán varios detalles interesantes, además de la valentía de los bomberos subidos en esas desvencijada cubierta, tenemos al fondo la espadaña del Convento de la Merced...


Este incendio no solo se llevó por delante las cubiertas del Claustro, sino que también devoró, y cito textualmente como lo describen los técnicos la época, "el mejor artesonado catalogado en la ciudad de Sevilla"...


Observen la escalera de acceso a la parte superior del Claustro y las dependencias, está en estado ruinoso y aun asi me parece una maravilla impresionante. Por desgracia nada se recuperó o restauró y todo fue demolido posteriormente. Ahora sigamos con la zona del Patio interior, les mostraré algunos detalles de las arcadas y los elementos decorativos del mismo...


Como podemos observar en las imágenes, algunas partes como ventanas y arcos aporticados, aparecen tapiados pues el claustro no se encontraba en pie al completo y parte de la zona había desaparecido por lo que estaba completamente abierto a la calle y era obra de un expolio continuado...


Si hacemos un pequeño fotomontaje, podemos hacernos una breve idea de cómo sería este hermoso Claustro y sus dimensiones...


Por mas que lo intento, no logro a comprender cómo se produjo tal atrocidad, y como siempre es la misma excusa en todos los informes, "estado ruinoso", cuando vemos de primera mano en las fotografías que el estado estructural meses antes de su derribo era perfecto y no se aprecian grietas ni fisuras que comprometieran su estabilidad...


En fin, lo que sí está claro es que a día de hoy, tenemos un inmenso hotel en su lugar, la Iglesia que lo acompañaba cada dia con mas humedades, los ricos frescos de la iglesia desapareciendo a pasos agigantados y aquí nadie hace nada. Dejando de lado si es o no un templo cristiano o de culto, no podemos consentir que la riqueza artística que aún contiene se siga destruyendo por la pasividad de una ciudad, porque al final, vamos a resumir el arte a lo que nos quede en los museos, todo lo demas se habrá perdido.

ABC
Fototeca de Bilbao
Universidad de Sevilla
Fototeca Municipal de Sevilla
Ana María Lopez Moreira

miércoles, 23 de agosto de 2017

Los camilleros de la Santa Caridad

En Sevilla, que tenemos la memoria muy volátil y selectiva, se nos ha olvidado con el paso de los años, no hace falta que sean siglos, oficios y personajes muy singulares que estuvieron en nuestras calles desde tiempos inmemoriales. Hace unos meses navegando por las redes sociales veo en un foro una fotografía que la etiquetaban con la leyenda de "repartidores de queso", aquí se las muestro...


La fotografía está tomada en la Calle Tetuán, a fondo pueden ver el cruce de la Calle Rioja, y debemos apuntar como detalle curioso el adoquinado del suelo y como se aprecia que aún estaba abierta al tráfico rodado y al tranvía...


A ver, no se si dan la impresión de ser repartidores de queso, y no les culpo en ningún momento de no saber lo que son porque nadie se ha encargado en nuestros colegios de explicarlo, ni en nuestros libros de historia de ilustrarlo...


Yo humildemente desde esta pagina que la quiero como si de un hijo se tratara, os explicaré qué son exactamente. Estos señores recorrieron durante más de 350 años las calles de Sevilla recogiendo enfermos y vagabundos para llevarlos a que recibiesen asistencia al hospicio de la Santa Caridad, son por tanto camilleros del Hospital de la Santa caridad, que fundara 1578 Miguel de Mañara...


Este filántropo, que para mi ya debía haber sido nombrado santo hace muchos años, dedicó toda su fortuna y vida en la construcción y manutención de un hospital que acogiera a los enfermos y desvalidos, además de a los presos condenados a muerte para darles posteriormente santa sepultura...


En un principio el proyecto nació como hospicio de vagabundos, los años, décadas y siglos fueron pasando, y ampliaron sobre tres naves de las antiguas atarazanas unas nuevas instalaciones donde habilitaron un hospital con quirófanos para cirugías menores y salas de recuperación.


Observen con mayor detenimiento la dureza la fotografía porque no tiene desperdicio alguno y puede que remueva alguna conciencia dormida...


Una vez terminada la Guerra Civil, la imagen de estos camilleros desaparecieron de nuestras calles, y no se muy bien porque, también se borró de nuestra historia y del ecosistema sevillano que durante más de 350 años sobrevivió en gran parte gracias a la labor de estos señores.
Me parece perfecto  que los colegios e institutos se enseñe quienes eran los aztecas, los vikingos, Kennedy y Platón, pero creo que habría que dedicar aunque fuera solo un capítulo a la historia de la ciudad en la que vivimos, porque si no sabemos de dónde venimos y que es Sevilla, jamás la cuidaremos y apreciaremos como se merece.

Y no podemos cerrar el artículo de hoy sin recordar con todo cariño a nuestro capataz Miguel Loreto Bejarano, fallecido hace pocas semanas en el Hospital de la Santa Caridad, donde paso sus últimos meses de vida...


"Ampliamos"

Este artículo ha tenido una gran repercusión entre nuestros lectores, desenterrando del recuerdo vivencias y conocimientos sobre los Camilleros de la Santa Caridad. Dejemos aquí testimonio de algunos de ellos y por supuesto agradecemos su generosidad por compartirlos con el resto de sevillanos:

Rafael Fernández Marquéz:

"Aún es posible ver a estos camilleros aunque en su otro cometido de portar los cadáveres en los entierros. Esta indumentaria se usa en los sepelios de los hermanos de la Santa Caridad, abren el cortejo portando cruz y faroles. Llevan el babilón recogido con un cinto de cuero y el sombrero que, al menos las dos veces que los he visto, no se quitan al entrar en la capilla; no sé si por privilegio o, simplemente, por incapacidad mecánica al ir ocupadas las manos. 
Te recomiendo, si no lo has hecho, asistir a uno de estos sepelios el rito es precioso de ver."



Inma Linared:

''No solo salían ellos ya que los hermanos de la  Caridad iban con ellos rezando. Llevaban en la mano una limosnera. sus trajes eran azules y sombrero azul y cordón rojo y llevaban unas correas negras. No solo pedían para el entierro de los ancianos sino para los hermanos también. Eran sus normas. También he visto los coches fúnebres de caballos todo negro y caballos con penachos negros"

Virginia Torres Linares:

"Y además cuando iban pidiendo por el barrio, iban diciendo una limosna por el amor de Dios para enterrar a este pobre de la Santa Caridad...lo se porque también yo también en el Arenal, frente a ella."

ABC
Jose Antonio Lopera Morene
@rafavalero1965

sábado, 19 de agosto de 2017

El tapón de la Expo

El pasado de Sevilla también se quiere sumar al homenaje del aniversario de la Expo del 92, y para ello hemos preparado este interesante articulo "expres", el tapón de la Expo, o así es como el diario ABC calificó en 1989 a nuestro querido y añorado "Tapón de Chapinas"...


Este gran "tapón" de tierra no era otra cosa sino la unión de dos orillas mediante un relleno artificial, que se creó para descongestionar la salida de Sevilla hacia Huelva, y que entre otras cosas también albergó las instalaciones deportivas de Chapinas...


Para los de cabellera plateada, nos da bastante pena recordar estas imágenes, es bastante triste ver el estado en el que se encontraba la pista de atletismo y la piscina totalmente desecada, ¡¡¡cuantos y cuantos ratos de deporte y ocio allí vividos!!!...


Como vemos en la fotografía, en 1989 las obras de la Expo estaban ya a todo trapo, tanto es así que podemos apreciar perfectamente los distintos movimientos de tierra junto al Monasterio de la Cartuja, y la recién instalada pasarela que conectará Torneo con la Isla a la altura del Jardín Botánico...


Solo viendo esta fotografía, nos podemos hacer una breve idea del trabajo ingente que se realizó para hacer realidad la Exposición de 1992, los millones de metros cúbicos de tierra removidos, los millones de hormigón vertidos y el gran cambio urbanístico y tecnológico que supuso para la ciudad...


Hoy en día pienso que el 99,9% recuerda la Expo del 92 con gran cariño y con recuerdos familiares muy especiales vividos en ella, por lo que me siento muy afortunado por haberla vivido y sentido.

ABC
Nuria Mayoral Garcia

sábado, 12 de agosto de 2017

La Avenida de la Borbolla...¡sin Borbolla!

Hoy vamos a tratar uno de los lugares más románticos que tuvo Sevilla, y aunque no vamos a profundizar en tecnicismos, si vamos a rescatar algunos de las Villas que se perdieron en la Avenida de la Borbolla...


Todo este entramado de Villas nace en torno a los años 20, en los terrenos de la Huerta de Zambrano. La Avenida toma el nombre del político sevillano Pedro Rodríguez de la Borbolla Amoscótegui de Saavedra. En ella trabajaron los arquitectos más importantes de la generación del 29 como Aníbal González, Juan Talavera o Pedro Fernández de Heredia. En esta parte de la ciudad la piqueta cogió empacho, tanto es así que lo primero que nos llama la atención es la Villa que hace esquina en la Calle Felipe II...


El empacho de derribos vino en dos fases, la primera a finales de los años 60 cuando al Ayuntamiento y a los organismos públicos le dieron por instalar sus edificios en los solares que ocupaban la Villas, y la segunda época llegó en los 80 cuando cayeron en la cuenta de que donde había una Villa de dos plantas podía construirse perfectamente un mamotreto de pisos que dejaba un buen dinero. Tenemos que señalar que ha día de hoy, Mayo de 2017, ninguna de las edificaciones supervivientes a la piqueta consta de protección patrimonial o histórica, por lo que esto lamentablemente todavía no ha acabado.
Bien, seguimos con nuestro paseo por el pasado, y ahora nos fijamos con mas detenimiento en una nueva panorámica...


Impresionante, ¿verdad?. es increíble pensar que todo esto se pueda perder pero es así de cierto, es más, de la fotografía que contemplamos el 45% de las Villas que observamos ya han desaparecido arrasadas bajo la piqueta...


Siendo reemplazado cada edificio por otro que no se puede ni calificar de mamotreto, tiene que haber un calificativo inferior, pero es que ni lo conozco. Por derribar, han derribado hasta la casa del señor que le dio nombre a esta Avenida, la casa de Don Pedro Rodríguez de la Borbolla...


La casa fue diseñada nada mas y nada menos que por Aníbal González y para mas inri era la única Villa Modernista de toda la acera...


Se levantó en 1914 y se derribó en 1968 por lo que solo disfrutamos de ella 54 escasos años, algo inadmisible e incomprensible, pues el valor artístico de la misma la hacía clara merecedora de haber sido conservada...


Pero es que no queda ahí la cosa, porque si algo sabe esta ciudad es borrar todo su pasado y dejarlo echo una caricatura. Si van ustedes paseando por la acera frente a la que estaba la Villa de la que le estamos hablando, verán un pedestal de mármol destrozado...


Pues bien, ese pedestal era el que sostenía un hermoso letrero que señalizaba el nombre del la Avenida, "Avenida de la Borbolla"...


Y que ha desaparecido con el paso de los años dejando nuestro querido Ayuntamiento tan solo el pedestal que lo sostenía a modo de banco-turístico para que el "guiri" de turno se siente en él mientras se come su helado de turrón mirando al Parque de María Luisa, vamos que del pobre político Don Pedro no ha quedado ni el nombre, bueno tan solo el Google Maps, porque físicamente en el lugar se lo han cargado absolutamente todo...


Yo creo que ni queriendo se puede hacer peor en esta ciudad, bueno sí, derribando y derribando mas edificios y construyendo mamotretos horrorosos en sus solares...


Y sí, ya habrán caído en la cuenta de que la Villa que estaba junto a la que construyó Aníbal González, también fue pasto de la piqueta, y ojito con lo que nos plantaron en su lugar, porque esto hiere a la sensibilidad y creo que no tienen tratamiento de cura...


Pienso que si no han seguido derribando es porque los dueños de los inmuebles no les hará falta liquidez y porque, gracias a Dios, explotó la maldita burbuja inmobiliaria ya que casi con toda seguridad esto hubiera seguido cayendo como si fueran fichas de dominó.

Fototeca de Sevilla
María Cuevas Moreno 


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