sábado, 20 de mayo de 2017

Mirando a Roma

Hoy le voy a dedicar esta publicación a un buen amigo de la infancia, Manuel Martinez Lopez, o como yo le llamaba, "Manolito el del callejón". Hace unos días publicó una foto de las columnas de la Calle Mármoles, muy cerquita de la mi querida Hermandad de la Candelaria, y comentamos la belleza de algo tan sobrio y misterioso como son tres columnas de mármol embutidas en el corazón de Sevilla...


Hablar de la historia de esta columnas es hablar de la historia de Sevilla. Las columnas fueron descubiertas en 1574 y eran seis en origen. La primera se hizo añicos en la Calle Mateos Gago cuando era trasladada a Alcázar por orden de Pedro I de Castilla, un antojo personal que nos salió caro a todos los sevillanos. Otras dos sostienen al hijo de Zeus en la Alameda que lleva su nombre, la de Hércules. Las tres restantes se están literalmente "desintegrando" en la Calle Mármoles, junto a un lujoso edificio de apartamentos que tienen el privilegio de poseer ventanas "mirando a Roma", o como es lo mismo, mirando a las columnas...


Las columnas muestran la cota original de la calle en tiempos de la vieja Hispalis, cinco metros por debajo del actual nivel de la calle, y nos da una idea muy aproximada de cuánto ha cambiado Sevilla, y de cuando quedan aún por descubrir debajo de ella.
Hasta 1885 las columnas no estaban visibles, pues estaban embutidas en el patio interior de una vivienda, que fue derribada en 1886 para dejarlas a la vista...


Estos son los restos "supuestamente", del pórtico que conformaba uno de los templos del centro neurálgico de la villa, aunque otras teorías se inclinan por que son más bien de otro tipo de edificio, que estuvo en una localización diferente a la actual, siendo estas columnas parte de un expolio y colocadas ex profeso en la Calle Mármoles para la cimentación de antiguas casas...


A mediados de los 80 las columnas presentaban peligro de colapso, ya que estaban sustentadas sobre una cimentación muy debilitada por el paso de los siglos y por los movimientos de tierra que se habían producido a su alrededor, siendo entonces cuando se practicó una reparación de urgencia mediante un relleno de hormigón en su base, y refuerzos lineales entre las columnas...


Actualmente el estado de las mismas es lamentable, tanto por la falta de limpieza de vegetación intrusiva, como por localización o falta de dípticos que definan perfectamente lo que se está contemplando y el estado estructural que presentan de por sí las tres columnas. En Sevilla se están debatiendo dos vertientes de pensamiento sobre el futuro de estas columnas, aunque ambas tratan el mismo fin, que es la restauración urgente de las mismas. Una de las posturas habla de conservarlas en el emplazamiento actual, la Calle Marmoles, y la otra de su reubicación en otra zona de la ciudad que esté más adecuada y adecentada para su exposición y conservación, ya que estos últimos refuerzan su postura con la teoría de que incluso hoy en día no están en su emplazamiento original.
Fuera como fuere, el estado actual de las columnas y el entorno que las rodea es lamentable, y son las grandes olvidadas de Sevilla, afirmando incluso que muchos sevillanos las conocen pero no saben ni el lugar concreto donde se encuentran. Espero que este humilde articulo llegue a oídos de alguien que sí pueda hacer algo por ellas y gaste un poco de la vergüenza torera que se ha perdido con nuestro pasado y nuestra historia,

Fototeca de Sevilla
Marisa Pedrero Lopez
Julio Garcia Comar

miércoles, 17 de mayo de 2017

Fernando Marquensen Winson y la dura realidad de 1906

Hoy vamos a tratar un tema duro, muy duro, vamos a sumergirnos en el pasado con nuestra particular máquina del tiempo para conocer la historia de una persona normal y corriente, que sufrió las consecuencias de sentirse distinto y no ser entendido por la sociedad que lo rodeaba principios del siglo 20, amig@s esta es la historia de Fernando Marquensen Winson...


Déjenme primero que les cuente de dónde viene Fernando para entender cómo de dura fue su vida desde su nacimiento. Este señor nació en 1836 en la ciudad de París, siendo un joven de 16 años sirvió como soldado en la marinería francesa, donde se licenció con honores a temprana edad. La vida le trajo hasta Sevilla a la edad de 31 años donde consiguió empleo como Guarda de Vigilancia.
Bien, hasta aquí la historia normal de una persona que nació a finales del siglo 19 y que se hizo por méritos propios sevillano de adopción y de corazón. El problema vino a la edad de 60 años, cuando sufrió un grave accidente laboral, lo cual hizo que fuese ingresado en hospital donde tuvo que ser reconocido para ver el alcance de sus lesiones. Fue en aquel momento donde los médicos certificaron que Fernando Marquesen era físicamente una mujer, es decir un transexual...


Esto que hoy en día es fácilmente entendible por gran parte de nuestra sociedad, fue en 1906 un revuelo mediático a nivel nacional, siendo difundido por ABC de la "particular" manera que continuación comprobaremos...



La publicación se hace el 5 de Noviembre de 1906 en el Diario ABC "Madrid" con una fotografía de Fernando aún convaleciente del accidente y apoyado sobre una muleta en la puerta del hospital. El diario que consta de 16 páginas, ya le hace mención con una fotografía que ocupa más de media en una de sus páginas interiores, relatando "la historia" en la página siguiente...


Como entiendo que cuesta leer el articulo debido a la calidad de la edición, les hago una breve transcripción para que vean la mentalidad de la época, y como se trata el tema de Fernando a nivel mediático...

"El guardia mujer.
Sevilla, para aliviar la triste jornada de
la ejecución de reos de Peñaflor, ha tenido
el regocijante espectáculo de ver que un vete-
rano guardia de vigilancia de aquella capital, 
es pura y simplemente una veterana, en la cual
ha de hallar un poderoso argumento en pro de
su causa el moderno feminismo.
La historia es ya conocida.
Desde hace treinta años venía prestando sus
servicios como individuo del cuerpo de vigi-
lancia una persona llamada "Fernando Mar-
quensen  Winson", que contaba en la actualidad
sesenta años de edad.
Una caída que sufrió hizo necesario un re-
conocimiento facultativo, y el médico, al con-
vencerse del cambio de sexo, puso el hecho en
conocimiento del gobernador civil, que mandó
instruir el oportuno expediente.
El tipo de "Fernandito" era popularísimo, 
Había nacido en París en 1836, y su vida es
una verdadera novela.
Desde edad de nueve años vistió por prime-
vez los pantalones, que no ha vuelto á cam-
biar por el traje de su sexo, habiendo servido
como soldado en la marinería francesa.
La pícara casualidad ha echado por tierra la
la tranquila existencia de este policía apócrifo.

Es un articulo es muy duro duro y si no entendemos en el contexto en el que se realizó, 1906 y la mentalidad de aquella sociedad, pues es muy complicado de digerir. Como leemos en el relato, una vez descubierto el sexo de Fernando, se informó inmediatamente al gobernador civil por lo que la suerte de esta persona no tuvo que ser muy buena, dado el trato que recibían los tranxesuales y homosexuales en aquellas fechas. Termino el articulo dejando claro que Fernando Marquensen Winson también forma parte del pasado de Sevilla, fue por suerte o más bien por desgracia un personaje de esta bendita ciudad, y como tal, parte de su historia. Sirva también como reflexión que la libertad de identidad de las personas es un derecho y que no respetarlo puede causar un daño irreparable hacia ellas, por lo que si comprendemos esto, lograremos una sociedad más justa para todos.

ABC
Joaquín Soto Enjebar

domingo, 14 de mayo de 2017

La desaparecida Calle Sacra Familia

Llevamos ya algunos años con este apasionante proyecto del pasado de Sevilla y cada día que pasa estoy más entusiasmado con él. Un nuevo articulo, una nueva fotografía es una caja de sorpresas por abrir, y cuando lo hacemos conseguimos sumergirnos en ese pasado como si de una máquina del tiempo de tratase, pienso que es algo fabuloso, o al menos a mí, que soy un enamorado de Sevilla así me lo parece.
Hoy nos vamos hasta Trina y nos despertaremos en una bonita mañana de Viernes Santo para contemplar los últimos pasos del Cristo de la Tres Caídas antes de su entrada...


Increíble la multitud de detalles que nos llaman la atención a primera vista. Empecemos por el paso, el antiguo canasto que tuviera la hermandad, siendo el primero paso neobarroco que procesionaria en Sevilla. Fue remodelado y ampliado varias veces hasta que en 1971 fue vendido a la Hermandad de la Vera Cruz de Utrera donde se conserva actualmente. Otro detalle, este para mi el más importante, es la calle por donde está transitando la Hermandad, la Calle Sacra Familia...


No la busquen en Google Maps, porque ya no existen ni el nombre, ni la calle como tal, pues ahora es Plazuela, concretamente Plazuela de Santa Ana...


Y se preguntaran que como lo sé, duda que yo les respondo inmediatamente. Lo primero es buscar un objeto de referencia, una farola, una ventana, un balcón....esperen, ahí lo tenemos, los balcones...


Da la casualidad, y es extraño siendo Sevilla, que la casa que aparece detrás del paso de misterio, está todavía en pie, y hace que la singularidad del herraje de los balcones, y las ménsulas de hierro que lo soportan lo identifiquen y sea fácilmente reconocible lo que nos permite encajar perfectamente la fotografía en el espacio tiempo actual...


Terminamos el articulo destacando la ultima singularidad o detalle de la imagen, y es el ver el transcurrir de la cofradía por mitad de lo que hoy es Plazuela de Santa Ana, sin dar el rodeo actual por Pagés del Corro. Imagino que esto sería por que entraría de recogida por el Altozano, bajaría por la calle Pureza o San Jacinto y giraría por Rodrigo de Triana para entrar en la Calle Sacra Familia y encarar con la Puerta de Santa Ana para hacer el saludo, después bajaría hasta Pagés del Corro para recogerse por aquel entonces en San Jacinto, pues es desde donde hacía estación de penitencia...


Ojo, esto último es una suposición, desconozco si el orden de la calles en ese recorrido de vuelta era ese exactamente o cambiara en algunas calles, esperemos por tanto que algún hermano de la cofradía nos saque dudas. Espero que hayan disfrutado con el articulo de hoy y les emplazo al siguiente que prometo sea igual o mejor.

Cofradías de Sevilla
Maria Carmona Roch

jueves, 11 de mayo de 2017

El doble crimen de la Calle Canalejas

¡Tranquilos!, antes de nada quiero dejarles claro que este articulo no contiene nada morboso o relacionado con sangre, pero si va a describir, como bien dice el titulo del articulo, un doble crimen urbanístico. Antes de empezar les pido que se relajen, que disfruten del desarrollo en su lectura pues es el articulo con el documento gráfico mas abundante de todos los que se han hecho hasta ahora en el pasado de Sevilla.
Para empezar, es bueno que nos situemos, pues no todo el mundo sabe donde se encuentra la Calle Canalejas...


La Calle Canalejas esta justo a continuación de la Calle San Eloy si vamos dirección a Marques de Paradas, perpendicular a la Calle San Pablo y siendo por tanto la que divide la Calle Gravina y la Calle Bailen en dos. Esta calle fue el mejor exponente sevillano del urbanismo regionalista de la generación del 29. En ella levantaron los arquitectos de mas renombre de la época sus mejores edificios y por ende uno de los mejores muestrarios del regionalismo sevillano, del que dicho sea de paso, queda muy poco en pie. Pues bien, había dos inmuebles en dicha calle que eran tan singulares y extremadamente bellos que otorgaban a esta calle el adjetivo de señorial, uno construido por el arquitecto Aníbal González y el otro por el arquitecto Juan Talavera.
Empecemos por el edificio de Aníbal González, pues es del que mas documentación gráfica existe...


El edificio fue construido a comienzos de los años 20 para el Marques de Monteflorido, y estaba conformado por tres fachada dividido en tres plantas y dotado de un patio interior aporticado con columnas de mármol...


El edificio sera bastante conocido para alguno de nuestros lectores, pues fue también Colegio de Opus a partir de los años 40, cuando el Marques vende el inmueble Congregación del Opus Dei, que lo convierte en Residencia de Estudiantes como se conocía entre los sevillanos, "Colegio Mayor Guadaíra"...


Y como todo edificio regionalista, si la fachada era un alarde arquitectónico de buen gusto y proporciones, ya pueden imaginarse como era entonces el interior. Acompáñenme, vamos a conocerlo...

Patio interior
Como pueden observar, el patio interior era un alarde de buen gusto y sin duda invitaba al descanso y la reflexión con todas las comodidades. Apliques cerámicos, columnas de mármol, herrajes, todo es increíblemente hermoso. Ahora pasemos a la planta baja, donde los techos y zócalos son los actores principales de esta increíble obra...

Planta baja
Distribuidor y escalera principal
Distribuidor de la planta superior
Sala de estudios y capilla
Se que ahora mismo están divididos entre una catarsis por la belleza y riqueza al ver lo que escondía en su interior y a su vez en un estado de shock pensando en que ya nada de aquello existe y que fue derribado sin contemplaciones...


En 1964 la congregación había crecido enormemente y su popularidad era un reclamo que cada vez atraía mas estudiantes, lo que provoco que abandonaran el edificio para trasladarse a la Avenida de la Palmera, por lo que este fue vendido e inmediatamente derribado para construir en su lugar un bloque de pisos al mas puro estilo "mamotreto"...


Ver lo que tenemos en la actualidad levantado en el solar que ocupaba este edificio es cuanto menos deprimente, y no encuentro explicación a la motivación que llevo a los sevillanos a permitir tal crimen...


No es solo cuestión de comparar el antes y el después, es que nos sumamos en una profunda reflexión de que ciudad es la que vamos a tener dentro de 20 años de seguir por este camino...


Siento tener que hacerles pasar por un mal momento, pero ahora vamos a continuar con el segundo edificio, y por tanto el segundo crimen urbanístico que se cometió en esta calle, el derribo del edificio construido por el arquitecto Juan Talavera...


No se que estarán pensando ahora mismo, yo estoy pensando que me parece un edificio impresionante y que me parece increíble que no este en pie. Pues bien, este edificio estaba en la misma calle que el anterior de Aníbal González, bueno, es que estaba en realidad justo al lado...


El edificio fue construido en 1925 para Eduardo Benjumea Zayas, y marca sin duda uno de los dos estilos del regionalismo sevillano que coparon la ciudad en aquellos años. Llama poderosamente la atención los detalles y filigranas de los herrajes que formaban el cerramiento de los balcones, ademas de la riqueza en azulejos que mostraba la fachada...

 

El dibujo de su fachada guarda un gran parecido con el Palacio que diseñó Simón Barris para Miguel Sánchez Dalp en la Plaza del Duque, y que por desgracia también fue pasto de la piqueta. Este de Talavera tampoco duró mucho mas y su derribo fue muy prematuro, no llegando a estar en pie apenas 50 años, pues fue construido en 1925 y comenzado a derribarse en 1959 por lo que nos duro unicamente 34 años...


Es increíble como se degradó en menos de 40 años la elegancia y riqueza de una calle a mas puro nivel "mamotretico" con pisos mastodónticos insulsos que ademas de no aportar nada, tan solo sirvieron para enriquecer a unos pocos. Observen esta humilde recreación de como seria el estado de la acera con los dos edificios en pie, y compárenlo con lo que tenemos hoy plantado en su lugar...

Fotocomposición de dos fotografías, una de los años 60 y otra de 1925, para mostrar como sería el aspecto original de la calle con los dos edificios aún en pié
Aquí termina por hoy este doloroso articulo, pero a la vez denuncia de un echo que Sevilla tiene escondía en la memoria, y no lo reprocho, por que es sin duda una autentica vergüenza como ninguno de nuestros mandatarios ha sido y es, capaz de cuidarla, conservarla y evitar que se especule con su historia. Ahora díganme con la mano en el corazón de sevillano que tienen, ¿es o no es esto el doble crimen de la Calle Canalejas?.

Universidad de Sevilla
Fototeca Municipal
Fundación Opus Dei
Julio Temprado Garcia
Juan Lorite Moreno
Ana María Luque Escrivá

Otros artículos interesantes relacionados: