viernes, 13 de enero de 2017

...El que todo lo puede

De Sevilla hemos comentado muchas veces, que además de edificios o monumentos, también se han perdido estampas cotidianas de nuestro día a día.
Esto mismo lo vamos a comprobar con una de las fotografías mas entrañables que hasta el día de hoy han pasado por nuestra página...


La imagen rebosa solera por sus cuatro costaos, y no solo a lo gráfico me refiero, siguan conmigo que ya me entenderán.
Esta fotografía viene de la mano de un gran amigo y hermano, Manuel Neyra Lopez Ibarra. En ella vemos a sus abuelos, con su madre y su tío en plena Plaza de los Carros, a las puertas de Montesión, un Jueves Santo de 1959...


Pero para analizar y disfrutar un poco más de los matices de esta fotografía, vamos a dar un pasito más en su historia devolviendole el color del pasado...


Una maravilla, ¿verdad?. Pues bien, del abuelo diremos que era un macareno de pura cepa, nacido en la Calle Antonio Susillo, y al que nunca le faltaba en su cartera una estampita de la Esperanza. Pero vamos a fijarnos en la abuela, María Jesús, ella es la que nos devolverá a nuestra niñez...


Vamos a fijarnos en ella, en su ropa, los que ya peinan canas saben lo que están viendo, y es que hace ya algunos años todos teníamos una “abuela María” en la familia, en el bloque o en el barrio.
Antaño era común, una promesa entre nuestras madres o abuelas, y era el vestir el  hábito “del que todo lo puede”, o al menos así llamó mi madre siempre al Señor del Gran Poder,  como unica ropa.
Para mí fue algo que me impactó muchísimo cuando lo veía, y algo que siempre admiré, pues ya sea por fé o bien por sacrificio, una mujer renunciaba a su imagen como tal por la voluntad de que su ser querido se recuperara o volviera sano y salvo de donde fuera.
El día que la abuela nos dejó, cerraron los puestos del Mercado de la Calle Feria para acompañarla en su último adiós, y es que la esencia de una ciudad no lo hacen solo sus calles o monumentos, el arte de Sevilla lo dan también la gentes que la habitan, como el que siempre tuvo, la abuela María.

Manuel Neyra Lopez Ibarra
Francisco José Roman Martinez

sábado, 7 de enero de 2017

El color de una Semana Santa en blanco y negro III

Tercera entrega de los trabajos de reconstrucción y coloración, de algunas de las fotografías más significativas de nuestra Semana Santa.
Devolverle el color a estas imágenes en blanco y negro, nos ayuda a descubrir matices no apreciables de ninguna otra manera...



Francisco Jose Roman Martinez
Fototeca Sevillana

De orgullo de Sevilla, a Barrio Sésamo

Cuando vemos lo que hace Sevilla con su historia, nos damos cuenta de lo malos que somos nosotros mismos con nuestra propia ciudad, sino pongan atención al artículo de hoy, por que verán como acaba la cosa...la cosa tiene guasa tela.
Vamos a viajar en el tiempo, concretamente hasta 1929...


Bonita fotografía, ¿verdad?. Estamos viendo uno de los trenes que hacían las delicias de los visitantes en la exposición iberoamericana de 1929. Era cuatro locomotoras las que habían, La Niña, La Pinta, La Santa María y La Sevilla.
Esta que vemos no se cual es de todas ellas, pero si el lugar donde se capturó a modo de imagen....


La imagen esta tomada en la Avenida de la Raza, en la esquina de Galerías de Exposición, unas naves enormes que fueron pabellones de exposición y que aún están en pié...


Esta tomando la curva de la desaparecida Plaza de los Conquistadores, para de nuevo retornar a la Plaza de España...


Era una recorrido bastante largo de más de 5 kilómetros y con varias estaciones a lo largo del trayecto...


Pero ahora vamos a la madre del cordero, ¿que pasó con esas 4 locomotoras?, y sí, vayanse poniendo en lo peor.
Acaba la exposición, y las locomotoras son tiradas en un almacén tras el Parque de Maria Luisa. De ahí salen en contadas ocasiones. Después una se traslada a un parque infantil y las otras a unos locales bajo el desaparecido puente de la Enramadilla.
Ahora viene el verdadero maltrato...un alcalde las quiere recuperar para un proyecto de ocio en la ciudad, pero cuando el consistorio cambia de manos, el alcalde entrante dice que nones...y así van pasándose la bola de alcalde a alcalde durante mas de 20 años. Os suena, ¿verdad?, ellos a lo suyo y quien pierde siempre es la ciudad.
Pasan los años, el deterioro y el abandono continúa, tanto es así que no se logran vender ni para chatarra, hasta que se logra un acuerdo con un empresario que se las lleva a Madrid, bueno, se lleva dos de las cuatro, por que una acaba en Sturrgart, Alemania...


Otra en los bajos de la estación de Santa Justa, donde al menos se conserva de la corrosión y el vandalismo, y las otras dos que fueron a Madrid, ahiii las otras dos!!!..., ¿se acuerdan de ese programa infantil de los 80, que dió forma y creatividad a toda una generación española?, si Barrio Sésamo, púes allí, en la intro de ese programa podíamos ver a nuestras dos últimas locomotoras....


Pues fueron desguazadas para poder reconstruir una totalmente funcional para el parque de atracciones de la Casa de Campo de Madrid, donde fué grabada dicha intro.
Así acabaron cuatro locomotoras que fueron parte importante de la historia de nuestra ciudad, y que durante un año hicieron la delicia de mas de medio millón de personas que hicieron uso de él...


Esta ciudad es un auténtico desastre para con su patrimonio, y no somos capaces de formar a alcaldes y delegados que quieran y sepan mirar por el futuro de nuestro patrimonio o de nuestra historia, que sean capaces de dejar a un lado su ombligo político y velen de una vez por nuestra ciudad y su historia. 
En 2017 tenemos un nuevo reto, una ultima oportunidad de redención, El Puente de Hierro, que permanece arrumbado bajo el Quinto Centenario expoliado por los vándalos.

...Continuará...

Domingo Lopez Río
Aavv amigos de la locomotora

domingo, 1 de enero de 2017

De ella, nada queda...

Hoy vamos a poner a trabajar a nuestras neuronas, duro, muy duro. Para ello os presento un desafío y es que entre todos encontremos la localización de esta maravillosa fotografía...


Es Jueves Santo por la tarde, estamos contemplando el paso del misterio del Sagrado Decreto, de la Hermandad de la Trinidad...y para de contar, por que ya os adelanto, que de todo lo demás no queda en pie absolutamente nada hoy en día.
Como de los edificios que vemos, no queda ninguno en pié, tenemos que rebuscar entre otras fotografías antiguas donde localicemos estos edificios vistos desde otro ángulo y así pongamos nombre al entorno.
Para eso, tomaremos como referencia dos edificios muy singulares que son los que mejor se aprecian en la imagen...


Y ahora, con mucha paciencia, comenzamos a revisar el archivo fotográfico, esto se traduce en horas de minuciosas comparativas, ampliaciones etc...hasta que obtenemos un resultado...


Nos encontramos ante la Plaza de San Pedro, conocida coloquialmente como la del, Cristo de Burgos. ¿Donde he visto las semejanzas con la fotografía principal?, pues aquí...


El algulo de la imagen hace muy complicado el confirmar mi apreciación...


Pero yo confío en mi intuición, así que paso a la siguiente fase. En ella, busco otra fotografía de la época, donde podamos ver alguno de los dos edificios desde una perspectiva mucho mas clara, y encuentro esta bella fotografía...


Estamos ante el antiguo palio de la Virgen de Gracia y Esperanza, de la Hermandad de San Roque. El paso acaba de abandonar la Calle Almirante Apodaca para internarse en la Plaza de San Pedro.
Tras  él vemos el edificio de los viejos juzgados, y a la derecha un edificio...


Ya casi lo tenemos. Ahora cogemos nuestra fotografía inicial del Misterio del Decreto y fijemonos en uno de los dos edificios que cogimos como referencia...


Y seguidamente, compararemos las dos capturas...


Y ahí lo tienen, son exactamente el mismo edificio, y con ello la clave que nos confirma todo lo investigado anteriormente, y es que la fotografía que nos muestra el paso de misterio del Sagrado Decreto de la Hermandad de la Trinidad, esta tomada en la Plaza de San Pedro, en una irreconocible plaza de la que ya no queda nada...


Aprovecho esta publicación para dar las gracias a mi hermano, Francisco Jose Roman Martinez, quien con su ayuda y motivación hace posible momentos como este.

Turbina
ABC
Francisco J.Roman Martinez

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