jueves, 27 de febrero de 2014

El desaparecido Convento de San Basilio

Hoy vamos a sumergirnos en el pasado de uno de los conventos mas desconocidos para la ciudad pero no con menos relevancia, El Convento de San Basilio...


Este Convento estaba situado en pleno corazón del arrabal macareno, concretamente en la Calle Relator esquina con Calle Amargura...


El Convento fue fundado en 1593, y tuvo una larga vida que se dilató durante casi mas de 300 años, y no fueron pocas la vicisitudes por las que tuvo que pasar.
Como vemos en los dibujos, ademas de la iglesia, el Convento contaba con un gran claustro y grandes huertas que llegaban hasta la Barqueta...


Ya en los planos de finales del 1800, vemos como se refleja perfectamente que el Convento ha sido presa de la desamortización, pues apreciamos con toda facilidad como tanto el claustro como las huertas han sido eliminados, y tan solo queda la iglesia en pie, aunque vacía y en desuso...


Este Convento jugó un parte esencial en la historia de nuestra Semana Santa, pues en él es fundada la Hermandad de la Macarena, y ademas también fue sede la Hermandad de la Lanzada hasta que llegaron los franceses y le metieron fuego.
Estos acontecimientos provocan en el futuro paradoja bastante curiosa que les quiero explicar, y para ello fíjense en la siguiente fotografía...


Estamos viendo a la Hermandad de la Hiniesta, concretamente a su cruz de guía transitando por la Calle Relator, justo a la altura del Convento de San Basilio...


Pues bien, como todos sabemos, en 1936 la Hermandad de la Hiniesta había perdido sus imágenes por los incendios provocados en los disturbios por lo que necesitan un crucificado para seguir procesionando los dos años siguiente, mientras Castillo realizaba el nuevo, pues bien observen esta otra fotografía...


Ahí lo tienen, ese es el crucificado que tomo prestado para poder procesionar esos dos años, 1936-37, justo pasando por la Calle Relator y ante las ruinas del Convento de San Basilio...


Pero es que este Cristo también había sido con anterioridad titular de la Hermandad de la Lanzada, pues como ya hemos mencionado antes, San Basilio había sido asaltado en 1810 por los franceses justo cuando la Lanzada radicaba allí, y en ese asalto los titulares de la Hermandad fueron quemados, por lo que al igual que hiciera la Hiniesta mucho después, la Lanzada también tuvo que tomar este crucificado prestado para poder seguir realizando la estación de penitencia.
¿Y no se preguntan de donde tomaban prestado estas Hermandades la imagen del crucificado?, pues bien, este cristo provenía de la extinta Hermandad de la Antigua y Siete Dolores,
Siguiendo con la historia del Convento, sabemos que su interior estaba cubierto por retablos de bella factura...


Ademas de poseer una numero de cuadros bastante elevado en todas sus paredes, parte de los cuales podemos ver en Museo de Bellas Artes de Sevilla y en el Museo del Louvre...


Después de la desamortización el edificio que ocupaba la Iglesia quedó en estado de total abandono, pero fue entonces cuando los Anglicanos llegaron a Sevilla y empezaron a comprar inmuebles para levantar en ellos sus templos, como por ejemplo el de la Ascensión en la Plaza del Museo, la actual Capilla de los Marineros en la Calle Pureza y este de San Basilio...


El antiguo templo seria derribado a mediados de 1950, levanto en su lugar un nuevo templo anglicano el cual daría paso al que podemos ver en la actualidad.

Fco. Jose Román Martinez
ABC

lunes, 24 de febrero de 2014

El Baturones

Hay cosas en Sevilla que siempre son sagradas, como calles, monumentos, equipos de fútbol, hermandades, y así un largo etcétera. De todo ello siempre hubo un denominador común entre los sevillanos, un lugar que siempre permanecerá en el recuerdo de padres y abuelos, El Bar Baturrones, ese era su nombre popular, por que como nos recuerda nuestro amigo del blog José Luis el nombre original era El Baturones...


Me pueden decir que la bodega del Barrio de Santa Cruz, que si la freidurìa del Arenal, pero lo cierto y verdad es que el bar por antonomasia, el lugar donde reunirte con tu familia y comer un buen pescaito frito fue por siempre el Bar Baturrones...



Este Bar, para el que no lo sepa pues ya no existe, se encontraba a comienzos de la Ronda de Capuchinos, frente a la vieja fábrica de harinas...


Al entrar lo primero que te encontrabas era una larga barra con unos grandes espejos sobre ella, y unas cuantas mesas con esas sillas espartanas que aguantaban perfectamente el trajín diario de aquella Sevilla obrera que disfrutaba como buenamente podía esos ratillos entrañables de una buena caña de cerveza y un puñado de avellanas...


Recordemos que estaba enclavado en pleno centro  del corazón obrero de la Sevilla de los años 40, 50 y 60...


Su humildad o sencillez no eran para nada reflejo de la calidad tan excepcional en el ambiente y tapeo que allí se disfrutaba, ademas de haber sabido adaptarse a los tiempos convirtiéndose en lugar de guateques aquellos viernes por la tarde...


El Baturrones era un Bar de todo el año, pero sin duda cuando llegaba el verano, se señalaba como lugar de encuentro indiscutible para las familias, ¿y por que les digo esto?, por que el plato fuerte del Baturrones estaba en la trastienda, mas bien en el patio trasero que era donde se montaban esas largas hileras de mesas bien "plantás" de papelones de pescaito frito y platos con pimientos fritos, como decía mi abuelo, "aquí que me las den todas"...


Pero como todo lo bueno en esta bendita ciudad, siempre tiene un final y desde luego no es que me gustaría contarles. El Baturrones estaba situado en un barrio llamado "de zona caliente" durante la guerra civil, recordad que aquello era conocido como el "Moscú sevillano", y estaba sentenciado una vez acaba la guerra, pues fue de los primeros sectores de Sevilla incluidos en el nuevo plan de reurbanización, o para que ustedes me entiendan, tirar todas las casas de aquellos obreros de la CNT y republicanos para mandarlos a tomar por saco...


Debemos reseñar y con mayúsculas que el Baturrones aguanto en pie hasta el ultimo momento, siendo ya irreversible su orden de derribo, pero dando fe de que no fue por ganas de seguir viviendo lo que llevo a cabo su cierre...


Su derribo aun perdura en la memoria y el corazón de muchos sevillanos, y todavía sobrevive en el recuerdo de alguna que otra conversación cuando se sucede una reunión familiar...


Como ultimo dato a reseñar, y para que nos hagamos una pequeña idea de la destrucción urbanística que se llevo acabo en aquella zona, fue tan grande la cantidad de casitas bajas y de dos plantas derribadas, que si nos colocábamos a la altura de la Cruz Roja, podíamos desde allí ver con toda comodidad las torres de la Iglesia de San Luis...


Nicolás Martín Pastrana
María Isabel López Morgat

sábado, 22 de febrero de 2014

Calle Almirante Apodaca

Antes de que comiencen a sumergirse en esta entrada, les recomiendo que se den un pequeño paseo por esta otra que realizamos por el verano sobre Calle Alhóndiga, ya que viene a enlazar con esta.
Pues bien, espero que me hayan hecho caso, ya que comprenderán mucho mejor lo que a continuación les voy a relatar. Ahí la tienen, La Calle Almirante Apodaca...


Impresionante, tenemos ante nosotros el misterio del Sagrado Decreto, de la Hermandad de la Trinidad desembocando en la Calle Almirante Apodaca, después de pasar por la Plaza de la Paja y la estrechez de Alhóndiga. Observen el siguiente plano donde lo explico brevemente para que lo entiendan mejor...


Me explico, en azul las viviendas que todavía no habían sido derribadas y que son contemporáneas de la fotografía que hoy nos reúnen. Las hermandades entraban por dos sitios, o bien por la Calle Escuelas Pías, o bien por la Calle Jáuregui, después iban en busca de la Plaza de la Paja, hoy Ponce de León para atravesarla en diagonal, y aquí es donde podían coger dos direcciones para buscar la Campana, o bien bajaban por la Calle Gerona o bien rodeaban Santa Catalina por la estrechez de la Calle Alhóndiga y desembocaban en la Calle Almirante Apodaca, increíble pero era así, espero que me haya explicado bien y que ustedes me hayan comprendido, por que sino se que es imposible seguir analizando la fotografía.
Pues bien, si cogemos la fotografía y la ampliamos, veremos los dos rótulos que serian definitivos para ubicarla...


Pero por si acaso no nos quedamos tranquilos, cogemos una de las imágenes que aparece en el hilo que les recomendé visionar al comienzo y hacemos una breve comparativa...


Como ven, las dos casas que les señalo aparecen en ambas imágenes, siendo la segunda la mas esclarecedora ya que en ella vemos al Cristo de la Fundación de la Hermandad de los Negritos, pasando ante la inconfundible fachada del antiguo Palacio de Justicia situado en la Calle Almirante Apodaca.
Incluso si seguimos afinando la vista, veremos otra clave bastante concluyente...


Lo que ven ampliado son parte de las cubiertas de la Iglesia de Santa Catalina y parte de su fachada, increíble pero cuanto ha cambiado Sevilla...


Espero que hayan disfrutado leyendo esta entrada tanto como yo lo he hecho editandola, para mi saben que es un placer.

Cristina Lobera Trova
Mauricio Vieira Lopez 

martes, 18 de febrero de 2014

Calle Jáuregui

Hoy vamos a tratar una de las calles mas congestionadas y con mas trafico del centro de Sevilla, la Calle Jáuregui...


Creo que es una de las calles mas difíciles para vivir, el trafico y la polución son altísimos y su situación la hace única para la descongestión del trafico rodado hacia el Centro.
La fotografía es cuanto menos curiosa, tenemos a nuestra espalda la Puerta del Osario, observen el peculiar camión que vemos en el centro de la calle, o las vías del tranvía que vemos en la parte inferior, pero lo que de verdad nos asombra es la estrechez que antaño tenia la Calle Jàuregui...


En los 60 se empezó su ensanche, en azul les marco el edificio que fue derribado para tal ensanche, bueno eso y los que le siguen hasta el fondo de la calle. También llama la atención el cambio sufrido en el edificio que se conservo y que hacia esquina, que como pueden comprobar se le añadió una planta mas...


Si nos adentramos en la calle y bajamos hasta la Plaza Padre Jerónimo de Córdoba podemos descubrir otra nueva imagen...


Esta otra fotografía es mucho mas antigua, estamos en 1923 y ante nosotros tenemos el misterio de la Hermandad de los Caballos. Se preguntaran por que la Hermandad va por ese calle tan inusual en su recorrido  habitual, y es que en 1923 Santa Catalina esta cerrada por obras, para no variar.
Parece que todo es normal, que no ha cambiado el entorno, pero siento decirles que no, tan solo una tercera parte de lo que ven se conserva hoy en día...


Como ven en la comparativa, una manzana entera de casas fue derribada, y tan solo vemos que se conservó el edifico que se sitúa al fondo de la imagen. Aquí no fue un ensanche, en este caso lo que vemos es el derribo de una casa de vecinos para la construcción a posteriori de dos grandes edificios de viviendas y oficinas...


Quiero aprovechar para advertir y denunciar el abandono inmobiliario que esta sufriendo todo el entorno de esta calle, y como la especulación esta asechando sobre lo que tememos que sean derribos inminentes. Siempre estamos a tiempo de recuperar, conservar y restaurar, es mucho lo que se juega la ciudad en todo esto, se juega su patrimonio, el nuestro, y el principal aliciente para que el turista que nos da de comer no deje seguir visitando nuestra querida ciudad.

Elena Montes Lopez
Jesús Garrido Bernal

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