A su estrechez había también que añadirle el transito del tranvía por la misma, utilizado en su momento como uno de los motivos que justificaban el ensanche de la calle, ya que alegaban la cantidad de accidentes que se provocaban en la misma al paso del mismo, algo mas que absurdo ya que después del ensanche, el tranvía no volvió a pasar y para mas inri hoy en día es el proyecto peatonal mas próximo que tiene en mente la ciudad.
Esta otra instantánea nos muestra el tipo de edificación que conformaba la calle y como se atisba la torre de la iglesia de San Pedro, para mi gusto muchas de esas casas conformarían hoy en día una de las calles mas bonitas del centro y por tanto muchas de ellas eran portadoras de un valor arquitectónico cuanto menos importante, todo lo cual se negó en el informe que realizaron los arquitectos a la hora de valorar el derribo.
Esta, tomada desde la plaza de la Encarnación, nos muestra la desembocadura de la calle Imagen, dándonos una perspectiva perfecta de la realidad de la calle y el entorno que la rodeaba.
Debo de respetar que haya personas que justifiquen y vean totalmente correcto el derribo y ensanche de esta calle, para mi, pienso que el sevillano sabe adaptarse a caminar por cualquier rincón de Sevilla y que lo único que aporto su derribo fue la entrada de autobuses a la Encarnación, entrada que acertadamente ha sido eliminada en nuestros tiempos y a la que el sevillano se adaptado perfectamente.
Antonio Lopez Zarra
ABC
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