sábado, 12 de mayo de 2012

Lo que pudo ser y no fue

"Lo que pudo ser y uno fue", de esto también tenemos algunas raciones para dar en el pasado de Sevilla, y ustedes me entenderán a medida que vayamos desgranando esta interesante entrada.
Para situarnos nos daremos una vuelta hacia el pasado y nos detendremos a principios del 1900, en una de las plazas con mayor encanto de la ciudad, la Plaza de San Francisco.


A comienzo de este siglo, Sevilla se encontraba sumergida en una corriente regionalista producida en mayor medida por la proximidad de la Exposición del 29, con lo que varios derribos en en centro de la ciudad irán dando paso a este nuevo estilo, y como ya hemos comentado, la Plaza de San Francisco sera una buena muestra de ello.
Dos edificios son derribados en la plaza...


Concretamente son los dos que dan enlace a la Calle Sierpes con la Plaza, ambos "edificios de soportales" como eran predominante en toda la plaza y que como si de un castillo de naipes se tratara darían paso al derribo de todos los que rodeaban el Ayuntamiento y la Antigua Audiencia.
Pues bien, de el solar surgido del edificio de la izquierda nace el imponente e irrepetible "edificio Laredo"...


Pero ¿y en el de la derecha?, ¿se derriba un edificio para plantar una Palmera?...


No tiene mucho sentido, ¿verdad?. Claro que no, y es que ese solar no iba destinado a una palmera, y para que me entiendan mejor, les presento al señor Aurelio Gómez Millan...


Este señor era coetáneo del siempre recordado y admirado Anibal Gonzalez, y que junto a Talavera, fueron los arquitectos que pusieron en pie la Exposición del 29 y gran parte de los edificios regionalistas que "cada vez menos", salpican el centro de Sevilla.
Pues bien, este señor fue el encargado de diseñar el edificio que ocuparía ese solar, el de la derecha o el de la palmerita que hoy en día pueden contemplar ustedes...


Que duda cabe que el diseño del edificio era cuanto menos impresionante y todo un avance para la época, completando junto con el edificio "Laredo" un entorno cuanto menos perfecto al sentido de la vista.
Lo increíble de toda esta historia es que las obras del edificio  llegaron a comenzarse, pilares y forjados fueron levantados hasta el punto de que su estructura llegó a estar terminada...


Pero por razones que solo tiene y entiende Sevilla o algunos sevillanos, el Ayuntamiento decidió no seguir adelante con el proyecto y proceder al derribo de toda la estructura, dándonos como herencia la imagen de una Plaza inacabada y una palmera que cada año que pasa lanza un pulso a la verticalidad...


Sí amig@s, "lo que pudo ser y no fue", así es Sevilla...



Sevilla Siglo XX, (uno de los mejores blogs sobre Sevilla)
Daniel López García
Jesús Miranda Sánchez
 

6 comentarios:

Mara Miniver dijo...

Vaya, interesantísima entrada. Una preciosidad de edificio el que nos perdimos...

Mari Carmen dijo...

No, no son los sevillanos lo que renunciaron a esa joya...son los políticos del Ayto de turno, los mismos en carencia de ética, y sensibilidad a Sevilla, casos como las atrocidades de la Plaza del Duque de la Victoria, derribo de Las Puertas de Sevilla, etc, que en cada décadas aparecen esos impresentables.
Contamos hoy día con ésta magnifica tribuna para tratar de impedir más destrozos a esta noble y preciosa ciudad ¿Cómo?
¡Manifestándonos masivamente para procurar evitarlo!
Gracias infinitas.
Seguidores: tomemos nota responsablemente y defendamos lo que queremos, cívicamente.

Todo un ejemplo valiente y sentido el de tu blog.
Mi apoyo, agradecimiento y afecto.

Mari Carmen.

José Luis dijo...

No sabia, la verdad, no conocia el dato ni el proyecto ni la ejecución del esqueleto del edificio. Muy curiosa entrada, interesantisima como todas las del blog, felicidades.

Francisco Espada dijo...

Pues qué pena. Ciertamente ese edificio superpuesto a la fotografía le da otra impronta al cerramiento ahora abierto de la plaza, además con un edificio muy singular. ¡Qué cosas!

Unknown dijo...

Que interesante y que pena, lo que pudo haber sido y no fué...
Saludos

Maniguetero del Volante dijo...

Que maravilla de edificio, hubiese quedado mucho mejor la plaza de lo que esta hoy en dia. No obstante, me sigue pareciendo un delito, una aberración, un destrozo de proporciones gigantescas y un atentado historico a Sevilla, haber derribado los edificios anteriores con sus soportales y sus caracteristicos cierres de madera en las fachadas. Tambien el regionalismo destrozó Sevilla y no hay que ocultarlo.

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