sábado, 4 de febrero de 2012

El Palacio del Pozo Santo

Sevilla fue hace un tiempo, no mucho, una ciudad de corrales y palacios, ambos hoy en día en extinción por la gracia divina de la especulación y el ladrillo, si el ladrillo que nos ha llevado a pique.
Hoy vamos a conocer uno de ellos, de los desaparecidos bajo el yugo del dinero y que tampoco supo o pudo sobrevivir en el corazón de nuestra ciudad, concretamente en la Plaza del Pozo Santo...


De esta hermosa casa-palacio poco o nada os puedo contar, salvo que era de unas dimensiones bastante grandes y de que además de su derribo, también le acompaño al menos una década de cierre y abandono durante el cual fue salvajemente expoliado de sus artesonados, solerias y alicatados, este ultimo detalle ofrecido por un vecino de la zona y amigo del blog.
Su demolición se llevo a cabo entre finales de los 60, principio de los 70, desapareciendo con él parte importante del encanto de esta céntrica plaza...


El destino final de su solar como no podía ser menos...


Fue el de un grande y caro edificio de apartamento al cual todavía le debemos de estar agradecido por no acabar de destrozar estéticamente el entorno como si pasara en la Calle Imagen...



Fátima López Surín

8 comentarios:

Francisco Espada dijo...

¡Qué bella forma de reconstruir la historia urbana de la ciudad!

José Luis dijo...

Me ha gustado mucho esta entrada, por tratarse de un sitio por donde paso muy a menudo, y al que no presto demasiada atención, excepción hecha del hospital y de su capilla, en la que entro de vez en cuando. Otra cosa que me gustaría conocer es algún recuerdo al restaurante “El ocho”, que según cuentan mis mayores, estaba situado en Jerónimo Hernández, casi esquina con el Pozo Santo, donde se comía barato en los cincuenta y sesenta. Seguro que usted tiene algo que decir del asunto. Saludos y gracias por estos recuerdos.

Kike dijo...

!fantastica manera de hacer conocer la historia de la ciudad!

Juan Manuel Romero dijo...

La casa palacio de la foto era la casa del ganadero de reses bravas, Don Enrique Perez de la Concha. Allí vivió hasta su fallecimiento, más tarde su viuda vendió la casa. En el hall de entrada existian dos ventadas, a derecha e izquierda, que según me contó mi abuelo, allí, en una daban el pan y en la otra un plato de potaje a los pobres. En la segunda foto ya medio destruida, se ve al fondo una palmera datilera, la mejor que he conicido nunca. Mi tío Manuel Salas era el chofer de la casa y por ese motivo me dejaban entrar, yo niño, a coger los datiles que caían al suelo.

ramon dijo...

existe una imagen en yotube en la que aparece esta imagen y otras hay que poner bollain

Anónimo dijo...

En el asilo de ancianos que hay en frente de la citada casa, tenia un castillete metálico en la fachada, donde dejaban el parte la guardia nocturna que existia en la ciudad, ese castillete está hoy dia, en el interior del citado asilo, se puede ver desde el zaguán,

Anónimo dijo...

A Juan Manuel Romero: tu tío te hacia charcos en la puerta de la cochera para que te entretuvieses cazando zapateros.

Unknown dijo...

Para el amigo José Luis:
En el "Feygú" tenemos una página titulada "Los Niños del Pozo Santo" creadas para recordar las cosas de nuestro tiempo del barrio y de Sevilla.
Allí encontrarás dos fotos que me entrego la familia para el Barrio.
Si quieres puedes participar con cosas y echos del centro de la ciudad.
Un fuerte abrazo de JM Romero