sábado, 4 de junio de 2011

Los Caños de Carmona. 2ªparte

Tuvimos hace algún tiempo, la oportunidad de disfrutar en el blog de un, creo que, interesante y didáctico vídeo que nos mostraba la composición, dimensión, función y destrucción de uno de los mas importantes legados romano-musulmán que tuvo la ciudad de Sevilla, Los Caños de Carmona...


En ese interesante vídeo se intento recopilaron la mayor cantidad posible de documento gráfico existente sobre los mismo, pero claro esta, que siempre hay alguna foto nueva por descubrir...


Como nos muestra esta hermosa imagen, la realidad de los caños en extramuros, es decir fuera de Sevilla, era la de la pobreza o mejor dicho la gente humilde, y es que cabe destacar que sus 400 arcadas tenían usos múltiples, siendo el mayor de ellos el de dar cobijo a la gente  con menos poder adquisitivo de la época.
Muchas de sus arcadas eran aprovechadas por cabreros trashumantes o gitanos, a modo de cobijo llegándose incluso a tapiar muchas de ellas para así conseguir de sus arcadas pequeñas "viviendas".


Echos como estos, ademas de su cese en funcionalidad como acueducto, fueron los que derivaron a las autoridades a derribarlos evitando con ello asentamientos que no pudieran ser todo lo salubres que se desearan.

Raul Garcia Varea

Mateos Gago IV

Que comentar de la calle Mateos Gago que no hayamos contado ya. Yo personalmente me siento mas amante de su pasado que de su presente, dejando claro que su presente no esta tan desvirtuado como el de algún que otro rincón de nuestra vieja Sevilla.
Siento nostalgia de aquello que no conocí, de esa hermosa y serpenteante estrechez que nos descubría los dos mundos de nuestra ciudad, por un lado la Giralda y por el otro la Judería.


¿Que podemos comentar de esta hermosisima foto?, pues empezando por la zona central, el burro cargado con las alforjas, seguramente con cisco para la copa, que el frió en Sevilla también llega hasta los huesos. También llama la atención la señora que sale de espaldas a la izquierda de la foto, cubierta con ese hermoso mantón...........¡y los adoquines!, ¡ayyyyyyy esos adoquines! que el señor Monteseirin se ha empeñado en borrar de los suelos de nuestra ciudad sustituyéndolos con anodinas losas grises de granito que se han ido extendiendo por el centro de nuestra ciudad cual plaga de absurda y falsa modernidad.

Jose Antonio Lopez Marin