Entre muchas de las leyendas que hacen única esta bendita ciudad, está la del "la vieja del candil y la cabeza del Rey Don Pedro".
Cuenta esta leyenda que una noche de correría nocturna, de las muchas que el Rey tuvo, topó de vuelta con un joven Guzmán con el que mantuvo un encontronazo a duelo. Blandían sus espadas cuando desde una de las ventanas que allí había, asomaba una vieja con un candil en mano. El Rey diestro en esgrima, atravesó de una estocada el pecho del joven dándole muerte en plena calle, la vieja asustada al ver el crimen, cerró rápidamente la ventana con tan mala suerte que dejó caer el candil a la calle. Horas después la familia del joven recogió el cadáver y el candil que en suelo yacía, sin dar tiempo alguno a la vieja de recuperarlo y evitar así sospechas de su persona como testigo. Sigue contando la leyenda que viéndose acusado el Rey por su corte de aquella muerte, encargó que localizaran al dueño del candil y que este hiciera una figura en barro con el rostro del presunto asesino. Días después la figura fue llevada ante el Rey y al ver que era su rostro esbozó una gran carcajada y burlándose de aquel hecho mandó poner la figura en una hornacina en la esquina donde mataron aquel joven, demostrando así una actitud desafiante y despectiva sobre aquella acusación.
Bueno he creado una pequeña interpretación de la leyenda que es muchisimo mas extensa y detallada, pero que he pretendido acercarnos a modo de introducción para el analisis del articulo que hoy nos ocupa, la desaparecida casa de la vieja del candil...
Como vemos en la imagen, la casa existió y estuvo en pie hasta hace relativamente poco tiempo. Se levantaban cerca de la Plaza de la Alfalfa, concretamente en la esquina de la Calle Candilejo con la Calle Cabeza del Rey Don Pedro...
Su solar no está ocupado por ningún edificio hoy en dia, pero eso lo explicaré más adelante, vayamos primero con los detalles de la fotografía que son muy interesantes. Me encanta la figura de esa mujer con las cántaras al cuadril en busca de agua o leche, y como la familia que habitaba la casa tenía tan bella a la vez que humildemente engalanado el balcón con macetas cuajadas de flores...
De 1935 a 1937 se llevan a cabo unos terribles derribos en toda la Calle Candilejo con el fin de dar ensanche a toda la calle para el paso de carros desde la Calle Muñoz y Pavón a la Plaza de la Alfalfa, pues era muy complicado el trasiego de vehículos por la zona y obligaba a realizarlo con mulas o burros complicando muchísimo más cualquier trabajo en la zona...
Los derribos comenzaron por el extremo más cercano a la confluencia con la Calle Águilas, siendo la casa de la vieja del candil la última en ser derribada como podemos observar en la imagen...
Observamos en la fotografía de los derribos lo complicado de la operación, pues era todo a mano y con una condiciones de seguridad muy complicada para los trabajadores. Vemos como están a punto de desprender la puerta de entrada de la vivienda que está siendo derribada, y como al fono de la calle se atisba la fachada de otro edificio derribado que daba comienzo a la estrechez de la Calle Cabeza del Rey Don Pedro. Ojo al guardia que nos mira firme y con semblante serio...
Como hemos comentado, estos derribos nacen para dar ensanche a la Calle Candilejo, de tal manera que no se volvería a construir en la esquina que ocupaba la "casa de la vieja del candil"...
A su vez la calle tomaría mayor amplitud a todo lo largo, pasando de unos escasos 2 metros de anchura a unos 6 o 7 metros que mantiene en la actualidad, dando en aquello época una salida amplia a los carros hacia la confluencia con la Calle Águilas y la Plaza de la Alfalfa...
Hoy en dia, y como Sevilla tiene una idiosincrasia especial y sabe corregir y quitar las vergüenzas que nuestros mandatarios no tienen con ella, un vecino cuelga en su ventana un pequeño candil en memoria de aquella leyenda que nos hizo ciudad, nos hizo grande y nos hizo leyenda...
Todavía está a tiempo este Ayuntamiento o el que venga, de colgar una simple placa explicando la leyenda debajo o junto la Hornacina de la Cabeza del Rey Don Pedro, aunque me temo que esto sera como todo lo que pasa en esta bendita ciudad, alguna asociación vecinal que quiera luchar por la historia de su barrio y pongan de su propio bolsillo dicha placa, cosa que tristemente ha pasado ya muchas veces en Sevilla.
ABC
Julio Cabrera Moreno
Universidad de Sevilla