sábado, 22 de septiembre de 2018

75 años y no salió

La semana pasada, tal día como hoy, estaba cayendo la mundial en Sevilla y lamentablemente no pudimos ver en la calle a Nuestra Señora de los Dolores del Cerro, la cual hacía salida extraordinaria en celebración del 75 aniversario de la fundación de la parroquia...


Pero la vida sigue como siguen los actos de celebración, como la Velá del Cerro, y es ahí donde encontramos nuestra historia de hoy, observen el cartel de dicha Velá...

Bonito cartel anunciador, ¿verdad?, pero hay detalles que nos llaman mucho la atención, como el desaparecido puente que cruzaba sobre el Tamarguillo para llegar al Cerro, "el puente de la frontera" le decíamos, el tranvía que nos llevaba al barrio o una fachada de lo que parece ser una iglesia...


Esa hermosa fachada, efectivamente era una iglesia, donde se fundó originalmente la Hermandad del Cerro y desde donde hacía un Rosario de la Aurora anualmente la Dolorosa, la antigua Virgen de los Dolores del Cerro...


La Parroquia se levantó en 1929 en plena Avenida de Hytasa, y era un bellísimo ejemplo de regionalismo sevillano emergente en aquellos años y del que la piqueta se alimenta en pleno siglo 21...


Pero por desgracia ya no queda absolutamente nada de ella, pues a principio de los años 40 el crecimiento del barrio era imparable y se decidió construir una nueva parroquia hacia el interior de lo que hoy conocemos como el Cerro del Águila, donde se trasladaría la Hermandad...


Seguimos, en los años 40 se levanta el nuevo Templo, mucho mas arropado por el barrio y con unas dimensiones mayores a la desaparecida parroquia de la Avenida de Hytasa. Aun así la Hermandad y el barrio fueron creciendo de la mano y posteriormente se llevó a cabo una ampliación del actual Templo...


Para mi gusto, en esa ampliación la parroquia perdió ese aire que tenía su fachada y que recordaba levemente a su antecesora, de la que ya pocos se acuerdan y de la que si no llega a ser por el cartel de la Velá de este año, ni la hubiésemos llorado.
Por cierto, consciente de que estamos en pleno siglo 21, que Sevilla ha perdido la memoria y de que ni siguiera los nietos de algunos de nuestros lectores saben o han conocido lo que es una Velá, pues les diré que es una fiesta conmemorativa casi siempre dedicada a la festividad de una patrona o patrono, y que antaño era para muchos la fiesta del barrio, pues era normal y típico que cada barriada tuviera su Velá compuesta por un tablao y un ambigú y ya si me apuras algún cacharrito para los niños del barrio. Sus noches se completaban con actuaciones de cantantes flamencos, bailes de las academias de sevillanas del barrio, etc...
La cosa se ha ido perdiendo, quedándonos la turística Velá de Santa Ana, la de San Miguel o casco antiguo, pero nada que nos recuerde a lo original como sí puede ser la del Cerro. Ahora han dado paso a la semana de la cultura, feria de las naciones y un largo etc de festejos multiculturales que quedan muy bien de cara a la galería pero que han destrozado la convivencia, historia y porque no decirlo, la integración en tantos y tantos barrios de Sevilla.

Correo de Andalucia
Antonio Lona Perez

miércoles, 12 de septiembre de 2018

El castañazo del General

Hoy vamos hacer un articulo mas bien de esos que yo llamo "exprés", para dedicarle el homenaje que se merece una casa que perdimos en 1989, y que como casi todo el caserío sevillano, un solo ladrillo de su fachada guardaba mas historia que cualquier libro de la biblioteca publica...


Lo que ven a simple vista no es una casa mas, vieja y con desconchones, es un edificio de finales del siglo 18 principios del siglo 19, es decir, 200 años en pie viendo pasar por delante de su fachada una cantidad de historia que ni la mejor novela de Arturo Pérez Reverte. La casa en cuestión esta situada en la Calle General Castaños...


Esto es, para que se sitúen, la calle paralela a la Calle 2 de Mayor, junto a la tartera (Teatro) de la Maestranza...

¿Y porque la derribaron?, bueno, según consta en el registro del Ayuntamiento, los arquitectos la declararon en estado ruinoso, cosa que me parece absurda por que ya sabemos que al menos la fachada se podía haber conservado pues en aquellos años todavía estaba vigente la ley de conservación que la ciudad saco sobre estos edificios en 1986. Mi teoría, viendo el edificio actual que ocupa su solar, es la del dinero y la especulación, pues donde antes había un edificio de dos plantas, ahora nos encontramos un bloque de viviendas de tres plantas, con locales comerciales en su parte baja y con azotea visitable...


Hay que tener mucho cuidado, pues esa zona es un pequeño reducto de gran valor urbanístico y están metiendo la piqueta en ella muy poco a poco para que no nos demos cuenta, ya son dos las casas que están tapiadas en ese sector y habrá que estar pendientes para ver cual sera su destino, que muy a mi pesar intuyo que mínimo sera el derribo de todo su interior, y si nos apuramos, el derribo completo de las mismas.

ABC
Marisa Góngorta García

viernes, 31 de agosto de 2018

Puerta de San Fernando, (Inédita)

Mucho y largo se ha escrito en el Pasado de Sevilla sobre la desaparecida Puerta de San Fernando, aquí les dejo los enlaces por si aún no los han visitado, San Fernando, La Feria del ganado de SevillaPuerta de San Fernando. Pero siempre existe algo por descubrir, esa nueva fotografía que aparece en una colección que nadie revisa hasta que de pronto, como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones, buscando una cosa, aparece otra...


Les pido cinco minutos de abstracción total, donde todos sus sentidos se concentren en esta impresionante fotografía, y revisen cada uno de los detalles que ella vemos, todos ellos únicos e increíbles. El primero que nos llama la atención, exceptuando claro la impresionante Puerta de San Fernando, es el foso que rodeaba a la antigua Fábrica de Tabacos, hoy Universidad, y la ya conocida garita de vigilancia que aún podemos apreciar hoy en dia...


Abrimos nuestro campo de visión, y vemos la muralla que abrazaba a la Puerta, con almenas a dos alturas y que fue conservada posteriormente al derribo de la Puerta hasta que tambien sucumbio a la piqueta décadas después...


Hoy en día la imagen es que tenemos es bastante diferente, con una Calle San Fernando bastante más ancha, sin la Puerta de San Fernando, sin los restos de muralla Sevilla que la piqueta se está, porque aún sigue, llevando poco a poco...


Yo ya no encuentro ese consuelo de tontos al que me abrazaba para creer que no íbamos a seguir tropezando contra la misma piedra, creo que Sevilla está destinada a conservar cuatro monumentos, tres calles céntricas y destrozar todo lo que queda en pos un turismo que nos ha demostrado estas semanas, que prefiere visitar las Setas de la Encarnación a la Catedral de Sevilla.
Espero que hayan disfrutado de este articulo tanto como lo he echo yo, y que al menos conservemos estos retales del pasado por si algun dia la raza humana decide empezar de nuevo en otro planeta y quien sabe, reconstruir lo que algun dia si tuvo un valor material, artístico, histórico, humano y creativo.

Archivos Orán

viernes, 24 de agosto de 2018

De reliquia romana a relleno de obra

Sevilla tiene una virtud, es que se sabe reciclar, pero no reciclar de reinventarse y seguir evolucionando, eso ya hemos comprobado con el paso de los siglos de que no es posible en esta bendita ciudad, ya que destruimos historia para copiar, y malamente, a otras ciudades que carecen de ella. Cuando hablamos de saber reciclarse, y aquí la guasa sevillana, es que sabe que hacer con los escombros de todo aquello que va derribando, y valga como ejemplo de esto que digo el derribo de los Caños de Carmona, que sirvieron en gran medida para rellenar los pequeños lagos o charcas que había antiguamente en Amate o el Cerro.
A los Caños de Carmona le cogimos "manía" en dos etapas perfectamente definidas en el tiempo,  la primera fue a finales del siglo 19, donde empezamos con los derribos parciales del acueducto y con el derribo de la Puerta de Carmona, donde se encontraban las cisternas que guardaban ese que nos traía el acueducto...


Estamos en Luis Montoto, y no porque lo diga yo, sino porque si afinamos la vista y nos centramos en la parte izquierda de la imagen, distinguimos perfectamente la Iglesia de San Benito Abad...


Este tramo en concreto fue derribado para el ensanche de la calle, y abrir una arteria desde la carretera de Córdoba hasta el mismo corazón de Sevilla. De este tramo se conservan algunos restos que hoy podemos ver y que sirven para remorder la conciencia del que sepa, que es lo que son dichos restos, porque el otro dia sin ir más lejos le pregunté a un amigo si sabía que eran los restos que estábamos viendo y me dijo que si eran de una fábrica. Muchas veces me pregunto qué empeño tiene el colegio por enseñarte que son la pirámides de Egipto, si nisiquiera sabes distinguir los restos romanos de tu propia ciudad, pero en fin, eso es harina de otro costal.


Bien, como ya hemos dicho al principio de este articulo, hubo dos periodos de destrucción muy definidos en el tiempo, el primero a finales del siglo 19, y el segundo corresponde a los temidos años 60, años en los que destruimos el 75% del caserío sevillano para introducir ensanches en varias parte de la ciudad, independientemente de los Palacios y casas señoriales que también se derribaron para levantar en ellos centros comerciales. A esta última etapa corresponde esta fotografía...


¿Duele verdad?, a mi me cuesta verla con detenimiento y no me averguenzo de decirlo, soy un enamorado de Sevilla y estas cosas me afectan un poco más que otras personas. Este tramo es el que cruzaba la Ronda del Tamarguillo, a la altura del cruce con la Avenida de Andalucía, si se fijan, en la parte izquierda de la imagen tenemos parte de los módulos de la Cárcel La Ranilla...


Por lo que estamos literalmente en el centro de la Calle Gorrión, donde aún se conserva un pequeño tramo del acueducto...


En fin, es todo lo que podemos contar de estas dos fotografías, que no es poco, y que si al menos se contara en los colegios sevillanos, tendríamos un alto porcentaje de que los futuros sevillanos encargados de dirigir y gobernar esta bendita ciudad, tuvieran una mayor sensibilidad y por supuesto un mayor cariño y mimo por el patrimonio de Sevilla.

Carolina Moreno Narvaez
Jose Cantoña Lopez