viernes, 28 de junio de 2024

Una mañana de churros

La vida nos regala momentos que van formando los recuerdos de nuestra niñez. Por ejemplo recuerdo las mañanas de Domingo, en las que me despertaba con el olor de un papelón de churros o calentitos, recién comprados por mí madre...


Antaño era muy normal que el churrero montara su puesto en los barrios al llegar el fin de semana, en las velás o en mercadillos. Esta hermosa fotografía no es muy difícil de ubicar pues de fondo tenemos una pista muy concreta...


Lo que vemos en la ampliación es el letrero de la tienda de la casa Singer. Antiguamente en todas las ciudades había una tienda de la famosa marca,  pues tenían copado en exclusividad el mercado de máquinas de coser. Todavía sigue en pié el antiguo edificio de formación que Singer tenía en la Avenida de Miraflores,  donde se daban clases de costura a todas aquellas señoras que habían adquirido su máquina. 

Tienda de repuestos solo hubo una en nuestra ciudad, y se encontraba en pleno corazón de la Calle Feria...


Concretamente en la esquina de la Calle Feria con la Calle Correduría, curiosamente frente donde hoy en día podemos encontrar el establecimiento conocido como Churreria Virgen de Los Reyes...


El señor de la fotografía montaba su puesto todos los jueves en el mercadillo que conocemos vulgarmente como El Jueves...


Hoy en día con las normativas de higiene e industria es imposible que volvamos a encontrar estampas como esta, pero el olor de un papelón de calentitos siempre nos devolverá al recuerdo de ese hermoso pasado...



1 comentario:

Francisco Espada dijo...

La historia son retazos de bellos recuerdos.