viernes, 10 de noviembre de 2017

El Faro de Sevilla

Tengo un amigo de Madrid que cada vez que hablo con él de Sevilla, me suelta la misma parrafada, "macho, es que en Sevilla no os falta de ná, lo tenéis todo, la Feria de Abril, la Semana Santa, el río, Triana...estáis completitos...", y como estaba en modo rancio le respondí, "sí, pero podríamos estar mejor, antes teníamos hasta playa y un Faro...", creo que las carcajadas de mi amigo José Antonio se oían hasta en Despeñaperros, amigo, ¿te has pasao no?, me dijo con la boca medio de lao. No me quedó más remedio que explicarle en que basaba mi afirmación. Empecé a explicarle la historia de la playa que tuvimos en el río, la Playa de María Trifulca, y todas las anécdotas que allí se acontecieron, lo importante que fue para la ciudad y lo efímera de su existencia. Deje para lo ultimo lo mas surrealista, El Faro, que para más inri no está en el río, esta tierra adentro y fue otro símbolo muy importante de Sevilla, impaciente me dijo, ¿pero dónde estaba dios mío?,  pues estaba en la Avenida de la Constitución...


No era Un Faro como tal, era un soporte publicitario de unos 35 metros de altura, de forma octogonal, con una estilizada y elaborada base en hierro fundido que bien hubiera servido para fundir los Leones del Congreso por el volumen de la figura. Pero empecemos desde el principio, cuando aquello era todavía se llamaba Cánovas del Castillo...


Comenzamos el siglo 20, Sevilla esta cambiando, por desgracia, completamente su fisonomía, ensanches a gogo están abriendo nuevas avenidas, y ya se está barruntando la Exposición Iberoamericana de 1929, el regionalismo sevillano eclosiona en el corazón de la ciudad. Se acaba de construir el Edificio la Adriática, como muchos los conocen, el Edificio Filella, y frente a él se instala un kiosco que no llega ni a los 14 meses de vida, pues en 1923 se levanta justo en su mismo enclave un obelisco publicitario de unos 35 metros de altura...


La estructura en sí, podríamos calificarla como una verdadera obra de ingeniería, pues se mantiene vertical sin ningún cable o elemento que apuntale las tensiones propias de una estructura bastante alta y situado en un cruce bastante amplio de calles donde las corrientes de aire deben de ser cuanto menos de una fuerza media. Aunque no tenemos ningún documento gráfico, las crónicas de ABC Madrid de 1928 cuentan que estaba dotado de luz eléctrica y que su figura destacaba sobremanera cuando la oscuridad tomaba la Avenida y el resplandor elevaba su alo hasta las misma esquina de la Calle García de Vinuesa...


Tenemos que entender el contexto sobre el que se construye este elemento, pues estamos en los años 20, donde las marquesinas de los comercios, y los anuncios publicitarios juegan un papel fundamental, pues salvo la radio y el periódico, eran los únicos elementos estáticos que podían servir al comercio para vender o anunciar el producto, pues la televisión aún no había llegado...


El "Faro" tuvo no obstante una vida no muy larga, soportó bien la Segunda República, la zona donde se levantaba, ya conocida como Avenida de la Libertad, está sometida a una especulación urbanística terrible, todas las grandes empresas de España querían poner su imagen en la milla de oro sevillana, y su imagen en aquellos años no era otra que el edificio que debía albergar a la marca...


1927, por fin y tras muchas complicaciones se reanudan las obras del Banco de España, ya solo quedan detalles estéticos de algunos elementos de la fachada que han sido suprimidos en el proyecto final, y la piqueta cambia de acera, se va justo enfrente, a la Calle Fernández y González donde se derriban un total de cinco casas. Acaba la Guerra Civil y se ponen sobre la mesa los planos de un nuevo edificio que ocuparía la esquina sur de la recién bautizada Avenida José Antonio Primo de Rivera...


El edificio no era otro que el de la Unión y el Fénix, lo que por muchos motivos, el corte arquitectónico del mismo, o las condiciones de imagen impuestas por la empresa promotora, hacían peligrar muy seriamente la vida de nuestro "Faro". En 1938 se procede al desmonte de todo el cuerpo superior del obelisco, y se indulta temporalmente su elaborada base...


Pero su suerte fue pasajera, a comienzos de 1940 el edificio de la Unión y el Fénix esta totalmente terminado y se procede entonces a retirar la base de nuestro "Faro sevillano", con lo que el recuerdo material se hace a partir de entonces inexistente...


Actualmente se da la paradoja de que en su lugar podemos encontrar un kiosco de prensa, es decir, lo mismo que había antes de la construcción del Faro. Kiosco que hoy en día está regentado por una gran amiga de mi madre, Rocío, la cual junto a su marido trabajan incansablemente al pie del cañón, en este caso al pie del Edificio Filella, porque así lo llevan en la sangre. Como gran anécdota que servirá para cerrar este articulo, quiero contaros que a ese tramos de palcos que allí se monta en Semana Santa, se le conoce de toda la vida como "la tribuna del Faro", por lo que aún sigue vivo entre nosotros.

GÉNOVA Café-Bar
ABC
Antonio Basterra Hermosilla

5 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso artículo!!!

Unknown dijo...

Precioso artículo!!!

OJO URBANITA dijo...

Interesante artículo!

El Pasado de Sevilla dijo...

Gracias a tod@s, un saludo

Unknown dijo...

expiracion no espiracion