Todo este entramado de Villas nace en torno a los años 20, en los terrenos de la Huerta de Zambrano. La Avenida toma el nombre del político sevillano Pedro Rodríguez de la Borbolla Amoscótegui de Saavedra. En ella trabajaron los arquitectos más importantes de la generación del 29 como Aníbal González, Juan Talavera o Pedro Fernández de Heredia. En esta parte de la ciudad la piqueta cogió empacho, tanto es así que lo primero que nos llama la atención es la Villa que hace esquina en la Calle Felipe II...
El empacho de derribos vino en dos fases, la primera a finales de los años 60 cuando al Ayuntamiento y a los organismos públicos le dieron por instalar sus edificios en los solares que ocupaban la Villas, y la segunda época llegó en los 80 cuando cayeron en la cuenta de que donde había una Villa de dos plantas podía construirse perfectamente un mamotreto de pisos que dejaba un buen dinero. Tenemos que señalar que ha día de hoy, Mayo de 2017, ninguna de las edificaciones supervivientes a la piqueta consta de protección patrimonial o histórica, por lo que esto lamentablemente todavía no ha acabado.
Bien, seguimos con nuestro paseo por el pasado, y ahora nos fijamos con mas detenimiento en una nueva panorámica...
Impresionante, ¿verdad?. es increíble pensar que todo esto se pueda perder pero es así de cierto, es más, de la fotografía que contemplamos el 45% de las Villas que observamos ya han desaparecido arrasadas bajo la piqueta...
Siendo reemplazado cada edificio por otro que no se puede ni calificar de mamotreto, tiene que haber un calificativo inferior, pero es que ni lo conozco. Por derribar, han derribado hasta la casa del señor que le dio nombre a esta Avenida, la casa de Don Pedro Rodríguez de la Borbolla...
La casa fue diseñada nada mas y nada menos que por Aníbal González y para mas inri era la única Villa Modernista de toda la acera...
Se levantó en 1914 y se derribó en 1968 por lo que solo disfrutamos de ella 54 escasos años, algo inadmisible e incomprensible, pues el valor artístico de la misma la hacía clara merecedora de haber sido conservada...
Pero es que no queda ahí la cosa, porque si algo sabe esta ciudad es borrar todo su pasado y dejarlo echo una caricatura. Si van ustedes paseando por la acera frente a la que estaba la Villa de la que le estamos hablando, verán un pedestal de mármol destrozado...
Y que ha desaparecido con el paso de los años dejando nuestro querido Ayuntamiento tan solo el pedestal que lo sostenía a modo de banco-turístico para que el "guiri" de turno se siente en él mientras se come su helado de turrón mirando al Parque de María Luisa, vamos que del pobre político Don Pedro no ha quedado ni el nombre, bueno tan solo el Google Maps, porque físicamente en el lugar se lo han cargado absolutamente todo...
Yo creo que ni queriendo se puede hacer peor en esta ciudad, bueno sí, derribando y derribando mas edificios y construyendo mamotretos horrorosos en sus solares...
Y sí, ya habrán caído en la cuenta de que la Villa que estaba junto a la que construyó Aníbal González, también fue pasto de la piqueta, y ojito con lo que nos plantaron en su lugar, porque esto hiere a la sensibilidad y creo que no tienen tratamiento de cura...
Pienso que si no han seguido derribando es porque los dueños de los inmuebles no les hará falta liquidez y porque, gracias a Dios, explotó la maldita burbuja inmobiliaria ya que casi con toda seguridad esto hubiera seguido cayendo como si fueran fichas de dominó.
Fototeca de Sevilla
María Cuevas Moreno
2 comentarios:
La villa, esquina Felipe II, que se derribó, creo que se llamaba Villa Abascal.
¡ Magnifico trabajo, comparando con fotos el antes y después de tanta aniquilación urbana.¡
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