domingo, 25 de marzo de 2012

Una restauración a medias...

Hoy no vamos a tratar un tema que vaya a destacar por curioso o por desconocido, es mas bien una opinión a titulo personal y que siempre he tenido pendiente en el trastero.
El tema no es otro que el del recién palio restaurado de la Virgen de la Victoria, de las Cigarreras. Aquellos que sean bastantes puntillosos con el detalle o que siempre buscan encontrar algo mas de lo que se ve a simple vista como pueda ser yo mismo, habrán tenido siempre la eterna pregunta, como yo la he tenido, de que por que las Cigarreras no recuperaban la imagen y diseño original del palio, una obra maestra de nuestra semana mayor...


Esa era la esperanza que yo al menos albergaba en esta ultima restauración, y es que si nos fijamos con detenimiento en las bambalinas laterales, vemos que los varales tapan y chocan contra el bordado, y que hay partes lisas donde por diseño no las tendría que haber, por no hablar de la separación de las esquinas...


La explicación es muy sencilla, y es por que las bambalinas están diseñadas para ir por fuera de los varales, como el palio de Monserrat...


Por eso no entiendo el por que de esta restauración a medias, cuando de todos es sabido que el palio de las Cigarreras fue puesto por dentro de los varales "por moda", y de que, de la forma actual el daño que se produce al bordado con el choque contra el varal y la distorsión del dibujo a la vista es tremenda. Observen el palio tal y como fue concebido...


Lo vemos a la salida de la antigua fabrica de tabacos. Ademas vemos detalles como que los flecos del mismo forman un dibujo circular y de la falta de los "corbatines", también suprimidos ya en ese tiempo y que también hubieran sido recuperables...


Una pena el haber desaprovechado esta oportuna restauración para recuperar una impresionante imagen del pasado.

Jesús Morales Duran

5 comentarios:

Mari-Pi-R dijo...

Verdaderamente lo considero que es todo una pena, hay que sacar los valores del pasado con la restauración de los edificios y obras.
Un abrazo

maniguetero del volante dijo...

Hacer eso implicaría reformas en el techo, ya que habría que hacer uno más ancho o por Lo contrario achicar la parihuela. Ambas opciones supondrian cambios en el diseño del techo o los respiraderos y faldones. Demasiado complicado...

Francisco Espada dijo...

Sin tu ayuda estos detalles me habrían pasado desapercibido.

JML dijo...

El proyecto de paso de palio (y manto) de la Virgen de la Victoria es de Pedro Domínguez, de primeros de la década de 1890. Se bordó el mismo por Emilia Salvador Ybarra en 1894 y el manto entre 1895 y 1898 por Rodríguez Ojeda. El palio en origen fue recto (de cajón), pero un proyecto de José Fe Escalona dejó las bambalinas onduladas hacia 1899-1900. El palio estuvo así hasta 1925 en que volvió a dejarse recto por Maese Farfán.

Hasta ese año 1925 los varales iban por dentro, pero la Hermandad, encargó el techo a Farfán bajo un nuevo diseño de Fe Escalona. Ese diseño no permitía hacerle 12 agujeros al techo y en consecuencia los varales se sacaron por fuera. En ese momento primó la nueva obra sobre la bambalina exterior. Lo cierto es que los varales por dentro estuvieron desde 1894 hasta 1925, y por fuera están desde 1925 hasta la fecha.

El palio es un conjunto armónico de obras de diferentes momentos acordes a un estilo regionalista (neo-plateresco) y como "conjunto" hay que verlo. Si uno se pone exclusivamente a recuperar solo lo que hubo en 1894, tendrá con el mismo criterio que desechar los faldones diseñados 1928 por Gómez Millán, ya que en 1894 los faldones eran lisos o el propio techo de 1925. Si siempre se llega a la obra “primigenia” (cuando no es una obra singularizada sino un “conjunto”), entonces se dejan aportaciones ya consolidadas a lo largo del tiempo que ofrecen grandes valores para la lectura correcta de la misma. En este caso tendríamos que dejar sin uso el techo o bien agujerearlo.

En restauración no es tan fácil siempre como llegar a lo primero que hubo. Hay que tener en cuenta las aportaciones posteriores porque forman también parte de la obra. En este caso ornamentalmente se ha logrado una exactitud del 99% mientras que estructuralmente los varales se han dejado por fuera.

Por cierto en las fotos que aparecen, ornamentalmente los bordados están descompuestos, porque en la reforma de 1899-1900 se descompusieron por completo, junto al escudo central de la bambalina delantera. Pero eso sí se ha recuperado. Ahora se ve el bordado de las bambalinas exteriores tal cual fueron y como las concibió Pedro Domínguez, salvo la posición de los varales por la introducción del nuevo techo en 1925.

Hoy se puede ver el “conjunto” al que se llegó en 1929, con:
1.- Diseño de Pedro Domínguez de bambalinas exteriores y manto (1890).
2.- Diseño de Fe Escalona para el techo y bambalinas interiores (1925). Por este motivo se dejaron los varales por fuera.
3.- Diseño de Ignacio Gómez Millán de los faldones (1928).

¿Nos fijamos en el conjunto para adoptar un criterio de intervención, o solo en uno de los elementos del conjunto? En este caso, la hermandad ha hecho muy bien al abordar la concienzuda intervención teniendo en cuenta al conjunto, su "globalidad".

Para mas información:
http://sagradacolumna.wix.com/domusvictoria

Un cordial saludo.

JML dijo...

Por cierto las fotos "modernas" que hay en el artículo son anteriores a la restauración.

Un saludo.

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