martes, 25 de mayo de 2010

Instituto de Higiene I

Creo que si había un edificio en Sevilla que se hubiera podido reutilizar de alguna manera antes de haberlo derribado ese era el Instituto de Higiene.


Este impresionante edificio era el Instituto de Higiene del Doctor Murga, y se encontraba en la calle Marques de Paradas.


Fue construido entre los años 1905-1907  por el arquitecto Francisco Franco Pineda como residencia, clínica, laboratorio y dependencias científicas del doctor Leopoldo Murga Machado.


Sin duda, viendo el mamotreto de ambulatorio que tenemos hoy en día en sufre lugar...


Da una tristeza terrible el pensar que demonios se les pasaría por la cabeza a los dirigentes de nuestra ciudad en la época para derribarlo.


Esta ultima instantánea nos muestra su derribo una vez acabada la guerra civil...


Increíble pero también lo perdimos.



universidad de Sevilla.

16 comentarios:

KorXo dijo...

Me quedo con la boca abierta. ¿Este edificio existió en Sevilla? Me pregunto lo mismo "¿que se les pasaría por la cabeza?"

El Pasado de Sevilla dijo...

como siempre korxo los intereses económicos y políticos son los que prevalecen ante todo.

mira, te cuento una pequeña anécdota, un amigo conocía a un contratista que trabajo en unas obras aledañas a un famoso convento en un famoso pueblo cercano a Sevilla. le contó que en el proceso de excavación para la cimentación apareció de pronto una pequeña cripta con unas momias y lapidas, ¿cual fue el la reacción de este señor?, llamar a dos hormigoneras y verter hormigón en menos de dos horas para que nadie viera nada, así la consejería no paralizaba las obras para el estudio de lo allí aparecido, y que esto pasaba mucho y mas en Sevilla capital.

no se korxo si es que somos unos románticos de todo esto o unos frikis, pero este tipo de aberraciones las comentas con aparejadores o arquitectos de la generación de hoy en día y en su inmensa mayoría lo justifican, en fin.

esasevilla dijo...

Este caso fue tremendo, de esos edificos que si a uno le cuesta imaginar verlo en la ciudad, más le cuesta imaginar que lo echaron abajo.

Sobre el caso del convento, desde las obras en las calles cercanas a la Catedral, donde tras excavación aparecieron capiteles que tuvieron obras particulares paralizadas y con pérdidas de dinero, pocos son los que abogan por la cultura y priman sobremanera sus propios intereses.

El Pasado de Sevilla dijo...

estoy contigo cansadousa, lo de este edificio es difícil de creer.
en unos días hablare con un señor que sabe bastante sobre este edificio y sobre a donde fueron a parar algunas de sus columnas y capiteles, espero contaros bastante cosas.

y sobre lo que hablamos de los intereses creo que seria una punto de partida para un interesante debate. hace unos días hable con un amigo de valencia y me mostró unas fotos de un palacio que derribaron por la mismas fechas y creerme es bastante incompresible, y mas cuando ves lo que ocupa hoy en día su solar, y todo por beneficiar a un constructor de la época familiar de un concejal de ese ayuntamiento.

Anónimo dijo...

Estimado Scott:

Su blog me agrada mucho, es una pequeña joya dentro del mundo de los blogs para los que somos sevillanos.

Sin embargo, espero no se ofenda si le comento algo que me choca en un blog hecho con tanto gusto. Es referente a las fotografías, lo lógico y normal sería citar su procedencia y por supuesto no sobreimprimir el nombre del blog sobre las mismas.

Esperando no haberle molestado reciba un saludo.

Juan Jesús Olmedo Martínez

El Pasado de Sevilla dijo...

toda la razón juan, edito para no molestar.

saludos.

El Pasado de Sevilla dijo...

toda la razon juan, asi que citare.

por otro lado lo de sobreimprimir es evidentemente única y exclusivamente para publicitar el blog de alguna manera. claro esta que yo no soy poseedor de ninguna de estas fotos.

un saludo y no ha molestado en ningún momento, esta es su casa.

María dijo...

Si me sorprendió la pagoda, más me sorprende este edificio. Yo había oido hablar que allí estaba el Instituto de Higiene, pero no tenía ni idea que fuese un edificio tan grandioso.
En cuanto a la anécdota, te puedo hablar de una iglesia del casco antiguo, restaurada hace unos años y cerrada al culto otros tantos, en la que, al empezar a aparecer enterramientos, "alguien" dió la orden de dejar de profundizar y empezar a tapar...

El Pasado de Sevilla dijo...

una pena maria, tal vez sea mejor que no sepamos de la misa la mitad por dos razones, una por que no podríamos evitar ni solucionar nada, y otra por que estaríamos con un disgusto continuo.

lo que si esta claro es que no valemos para político, al menos para el tipo de político que se ha estilado en esta ciudad toda la vida.

aurora dijo...

es la primera vez que veo una foto del instituto de higiene"espectacular"... pena que no esté, un saludo y felicidades por el bolg

Anónimo dijo...

Creo que el derribo de este edificio en Sevilla es como si en Atenas hubiesen derribado el Partenón. ¿Oh no?

El Pasado de Sevilla dijo...

gracias aurora, me alegro que te guste.

un saludo y aquí tienes tu casa.

El Pasado de Sevilla dijo...

anónimo, para mi es igual de grave, ojo, para mi que soy sevillano y para muchos amigos que son de otras ciudades y que les he enseñado fotos del edificio.

un saludo.

Unknown dijo...

Sin palabras... Todo lo que pudiese decir es poco. Muchas gracias y felicidades por este grandísimo blog.

Paz G. Blanca dijo...

Por favor, podría alguien decirme el nombre del autor de las fotografías, si es que se conoce? Gracias y saludos.

Javier Queraltó Dastis dijo...

En relación al Instituto de Higiene del Doctor Murga:
Durante unos 10 años (decada de los 40) mi familia lo alquiló para instalar los Laboratorios Quer, hasta su traslado a la calle San Isidoro.
En el Plan General urbanístico de Sevilla debió ser calificado como de equipamiento, lo que propició su expropiación y demolición para construir el Ambulatorio actual en los 60, con una factura funcional similar a la de muchas instalaciones de este tipo construidas en otras ciudades españolas.
Desapareció así no solo este curioso edificio, con su frente de templo griego o romano y sus columnatas, repleto de figuras escultóricas, sino el hermoso jardín con palmeras que se abría generoso a la avenida del Marqués de Paradas.
Como los jueves por la tarde no había colegio, allí me desplazaba desde mi casa de calle Cerrajería para jugar con mis primos que allí vivían en su planta alta.
La pérdida de ese espacio ajardinado fue paralela a la del que se abría hacia la calle Amor de Dios, en alto, delante del Instituto San Isidoro. En este caso también se optó por construir hasta la línea de fachada a la calle y ocultar el patio de juegos en su interior.
Comentario de Javier Queraltó Dastis