domingo, 21 de octubre de 2012

Los frescos de la Giralda

Que duda cabe que Sevilla es una ciudad e la que se pasea mirando al cielo, a sus balcones y sus casas,  a La Giralda, pero como solemos ir con prisas pues a veces no reparamos en detalles que esconden tras de si una historia, como la que vamos a tratar esta fría noche, la historia de los frescos de La Giralda.


Ustedes me comentaran que están hartos de ver La Giralda y que de frescos poco, y que hoy en dia tan solo nos quedan los esconchones...


Y es que los frescos "haberlos, los hubo" pero como diría mi madre, hace muuuuchoooo, tantos que casi ni existe memoria gráfica de ello, y decimos casi por que siempre algo se encuentra...


Impresionante, ¿verdad?, esta imagen esta tomada a finales del 1800, tanto es así que es un negativo en cristal pero sin duda nos guarda un testigo de los que hoy tratamos, y son esos frescos que medio vislumbramos...


Son una autentica maravilla pintadas por Luis Vargas a finales de 1565...


Los frescos ocupaban las dos caras de La Giralda, abarcando ademas el interior de los balcones y toda la parte inferior del mismo, una autentica maravilla que reflejaban a los Apóstoles, los Doctores de la Iglesia, San Isidoro, Santa Justa y Rufina, San Leandro y el Martirio de San Hermenegildo.


Una verdadera obra de arte que se perdió en el paso de los tiempos por el desinterés y la nula conservación del patrimonio que ha tenido esta ciudad y por que no decirlo la misma Iglesia.
Tal vez esa restauración intensa e intensiva que se le esta practicando a la Catedral en estos años, valdría como excusa y acicate para la verdadera recuperación y reposición de estos frescos que nunca tuvieron que desaparecer de la fachada de La Giralda...


Mariano Mateos de Pablo-Blanco
ABC

sábado, 20 de octubre de 2012

Pasión, muerte y desaparición

Estas tres palabras explicarían gran parte de la historia de nuestra Sevilla, pero hoy han sido escogidas para darnos la realidad sobre uno de los Palacios, de los muchos que tuvo nuestra ciudad  y que por desgracia perdimos para siempre, el ya recordado Palacio del Marques de Aracena...


Este Hermoso edificio era uno de los pilares artísticos que sustentaba una Plaza tan maltratada como la de la Plaza de la Magdalena, recordemos que ademas estaba conformada por otros Palacios y hoteles, ademas del irrepetible e inigualable Hotel Madrid.
Triste fue el destino de este gran Palacio, que con el tiempo y con el desinterés de los herederos no fue mas que una ruina tapiada en el centro de la ciudad...


Pasando a formar parte del grueso derribado en las ultimas décadas del pasado siglo, ojo y con la ciudad punto en boca, que Joaquín Romero Murube era mucho Murube pero ni con los que manda pudo...


Yo achacaría todo esto al gran desconocimiento por parte de los sevillanos de lo que su patrimonio era en realidad, pues si bien hubieran colgado en esa tapia de derribo un pequeño cartel mostrando el interior del Palacio, de seguro que muchas conciencias hubieran saltado con otro grito bastante diferente al de "dame mas dinero"...


Impresionante, ¿verdad?, esto que vemos era el patio interior del Palacio, expoliado hasta el ultimo azulejo antes de su incompresible derribo. Observen los trabajos de artesonado en las galerías o los de yeseria en el exterior del patio, no lo entiendo.
De ahí este triste titulo para una de las entradas mas entrañables del blog, pasión, muerte y desaparición...


Por desaparecer han desaparecido hasta los comercios que habían en los bajos del nuevo edificio, ole la vista del que mando derribarte para ganar dinero, que vista tubo dios mio...



Eduardo Mariles Gracia