domingo, 23 de abril de 2017

Sevilla y su desamor con Cervantes

Hoy dia del libro, queríamos aprovechar para lanzar una reflexión sobre cuanto invierte sevilla en cultura y si sabe rentabilizar su historia literaria, pues quien piense que Sevilla siempre le dio la espalda a la cultura y la historia está muy equivocado, es más, hubo un tiempo en el que esta bendita ciudad fue adalid de un movimiento cultural, después repetido en otras capitales de España, y que se conoció en aquel entonces como "la ruta cervantina". Todo comenzó en 1915, José Gestoso y Luis Montoto crearon una junta, la cual entre muchos proyectos ideó el de la creación de 25 azulejos de Mensaque, los cuales estaban repartidos por diferentes puntos de la ciudad y difundiendo la relación literaria entre la ciudad y la obra de Cervantes, siendo colocado en 1916 el primero de todos en la Puerta de Jerez, concretamente en la fachada de la Capilla de Santa Maria de Jesus...


Como podemos observar en la fotografía, fue un acto de lo más concurrido, llamándonos poderosamente la atención la cantidad de sombreros que aparecen en la imagen y como en un pequeño plano de la izquierda tenemos al vendedor de almendras mirando hacia la cámara...


Del azulejo poco podemos destacar en la fotografía, aunque sí sabemos por las crónicas de aquel día, que era diferente en cuanto a fisonomía y composición, pues además de explicar brevemente que consiste en el primero de otros 24 que serán inaugurados posteriormente, también traía una leyenda de un pasaje de una de las obras de Cervantes que lo relacionaba con el entorno...


Como todos podemos comprobar en la actualidad, el azulejo ya no se encuentra en la fachada, pues este con otros seis, han desaparecido de sus respectivas ubicaciones sin que sepamos nada de su paradero...


Es por esto, que la ciudad o al menos la parte de los sevillanos que la queremos, amamos y cuidamos, debemos estar enormemente agradecidos a la Asociación Ben Baso, la cual desde 2016 se está esforzando, preocupando y luchando para que la totalidad de los azulejos sean repuestos, restaurados y recolocados en su emplazamiento original...


Esperemos que el fin de esta causa llegue a buen puerto, y desde aquí, el pasado de sevilla, les brindamos todo el apoyo, ayuda y ánimo que necesiten.

ABC
Asociación Ben Baso
Manuel Estrada Benitez

viernes, 21 de abril de 2017

...Y llegó el Ave a la Calzá

Hace unos meses se dedicó una calle a Pascual Gonzalez, algo muy merecido púes este señor da su corazón por Sevilla y por su barrio de la Calzá. Nosotros también le vamos a homenajearle a él y al 25 aniversario de la llegada del Ave a Sevilla, desde esta pagina dedicándoles esta publicación con todo nuestro cariño.
El artículo de hoy, enlaza con este otro "la Calzada de mí memoria", ampliando el cambio brutal que sufrió el barrio en los años que se fraguaba la Exposición universal del 92...


Estamos subidos en lo alto del desaparecido puente de la Calle Oriente, y frente a nosotros la actual Calle Juan Antonio Cavestany. Los que la conocimos así, nos parecía totalmente imposible que aquello fuera a desaparecer de allí algún día...


Algunos ya estábamos acostumbrados, o mejor dicho, malacostumbrados, a pasar por las vías bajo el puente para atajar y llegar al barrio de San Bernardo, evitando dar el rodeo de Luis Montoto.
La revolución urbanística que supuso la eliminación de las vías, solo se comprende viendo imágenes como estas...


Pensemos que Sevilla se encontraba "literalmente", dividida, y que el día a día del trafico rodado o del peatón, era mucho más complejo...



Antaño la vida era más simple o sencilla, y los descampados eran las guarderías y patios de recreos de la chavalería de todo el barrio, siendo los que estaban frente a Santa Justa, unos perfectos "campos de fútbol" improvisados...


Cuantos pantalones hemos roto allí, ¿verdad?. Nuestras madres no tenían esos miedos que por desgracia han tomado nuestra sociedad en estos días, y que nos dejaban ser una juventud mucho más activa, sociable e inocente...


El barrio ha cambiado, pero todavía guarda algo de aquella esencia, de su gente y sus calles, y es por eso que todavía le sigue cantando y piropeando su vecino más enamorado, Pascual Gonzalez...



Julio Becerra Tocar
ABC
Universidad de Arquitectura