viernes, 21 de abril de 2017

...Y llegó el Ave a la Calzá

Hace unos meses se dedicó una calle a Pascual Gonzalez, algo muy merecido púes este señor da su corazón por Sevilla y por su barrio de la Calzá. Nosotros también le vamos a homenajearle a él y al 25 aniversario de la llegada del Ave a Sevilla, desde esta pagina dedicándoles esta publicación con todo nuestro cariño.
El artículo de hoy, enlaza con este otro "la Calzada de mí memoria", ampliando el cambio brutal que sufrió el barrio en los años que se fraguaba la Exposición universal del 92...


Estamos subidos en lo alto del desaparecido puente de la Calle Oriente, y frente a nosotros la actual Calle Juan Antonio Cavestany. Los que la conocimos así, nos parecía totalmente imposible que aquello fuera a desaparecer de allí algún día...


Algunos ya estábamos acostumbrados, o mejor dicho, malacostumbrados, a pasar por las vías bajo el puente para atajar y llegar al barrio de San Bernardo, evitando dar el rodeo de Luis Montoto.
La revolución urbanística que supuso la eliminación de las vías, solo se comprende viendo imágenes como estas...


Pensemos que Sevilla se encontraba "literalmente", dividida, y que el día a día del trafico rodado o del peatón, era mucho más complejo...



Antaño la vida era más simple o sencilla, y los descampados eran las guarderías y patios de recreos de la chavalería de todo el barrio, siendo los que estaban frente a Santa Justa, unos perfectos "campos de fútbol" improvisados...


Cuantos pantalones hemos roto allí, ¿verdad?. Nuestras madres no tenían esos miedos que por desgracia han tomado nuestra sociedad en estos días, y que nos dejaban ser una juventud mucho más activa, sociable e inocente...


El barrio ha cambiado, pero todavía guarda algo de aquella esencia, de su gente y sus calles, y es por eso que todavía le sigue cantando y piropeando su vecino más enamorado, Pascual Gonzalez...



Julio Becerra Tocar
ABC
Universidad de Arquitectura

lunes, 17 de abril de 2017

Un pedacito de historia detrás de un anuncio

Estos días he visto en Facebook una fotografía muy curiosa que ya pasó por esta humilde pagina hace ya algunos años y que titulé "¿has echado fli-fli?"...


En aquella publicación hablamos de la "guasa" que se traía la fotografía, del producto que el señor del sombrero anunciaba, FLIT, y también citamos la fecha en la que se realizó, 1934, pero en ningún momento hablamos de la localización en la se se hizo. Al ver de nuevo la imagen, siento que se me quedó esa espinita de no completar el articulo como se debe, y he decidido que este es la segunda oportunidad que me voy a conceder para resarcirse de aquello.
Lo primero que vamos hacer es buscar un objeto de referencia, y que objeto más claro que el edificio que vemos en la parte derecha de la imagen...


Por logica y algo de veteranía en analizar fotografías antiguas de sevilla, me he centrado en dos detalles, primero el torreón y segundo lo peculiar de la forma que tienen las ventanas del edificio, detalles muy particulares y bastante común en muchos pabellones de la Exposición Iberoamericana de 1929. He analizado todos los edificios de aquella exposición hasta que encontré el que vemos en la fotografía, el desaparecido Pabellón de Extremadura...


Este edificio fue lamentablemente derribado, por lo que para encontrar su antigua ubicación he recurrido a un mapa de la Exposición donde se detallan meticulosamente la localización que ocupaban todos los pabellones...


Ahí lo tienen, estaba junto a la Plaza de España, tran el Pabellón de Brasil, en lo que hoy conocemos como el Parque del Prado de San Sebastián. Pero vamos a ir mas allá, y vamos a averiguar la disposición concreta del Pabellón, y cual era su ubicación exacta, es decir, el alzado del edificio...


Como vemos en la imganes, era un edificio de dimensiones bastante grandes, con dos patios interiores divididos por un edificio auxiliar y el torreón...


La fachada principal daba a la Avenida de Portugal, y era una verdadera joya arquitectónica, que tristemente no fue merecedora del indulto de la temible y odiada piqueta sevillana...


Es un tema que ya he hablado muchas veces con mi hermano Francisco Jose Roman Martinez, y que nunca llegamos a entender, pues de haberse conservado todos los pabellones, Sevilla sería hoy en dia una ciudad privilegiada arquitectónicamente hablando, y con una atracción turística bestial, pero se entiende que no lo debieron de ver tan claro y arrasaron con el 90 % de todo lo que se levantó para aquel acontecimiento tan único y especial.
Pues bien, una vez que ya tenemos todos los datos necesarios, podemos localizar perfectamente la fotografía y ya por fin sacarme esa espinita que llevado más de cinco años clavada en este rancio corazón sevillano...


Espero que hayan disfrutado esta publicación tanto como lo he hecho yo, y les espero en el siguiente viaje al pasado de Sevilla.

Archivo ibero 29
Jose Liebana Martin