miércoles, 3 de octubre de 2012

El solar de la Judería

Largo y tendido hemos hablado mediante la memoria gráfica en este blog del ensanche de la Calle Mateos Gago, una actuación un tanto discutible desde el punto de vista que se trataba de la destrucción de parte de la Judería y su fisonomía como tal de calle estrecha, de echo el solar resultante de ese derribo supuso para los sevillanos un verdadero shock, aunque ya era demasiado tarde para reaccionar...


Otro tema seria si el resultado de esa actuación fue un mal menor dentro del desaguisado que se infringió al patrimonio de un casco histórico como el de Sevilla...


Fuera como fuere esta es la realidad de lo sucedió y de ello solo podemos aprender.



Miguel Madroño López

martes, 2 de octubre de 2012

Una Arrebolera un tanto diferente

De nuevo no es otra que la Hermandad de la Trinidad la que nos devuelve a la antigua y yo diría desaparecida Calle Arrebolera...


Lo de desaparecida no es tanto por el nombre como por los edificio que la conformaban, casi todos derribados claro esta.
Y en primer lugar deberíamos preguntarnos que a que altura de la calle estamos,  pues bien, tomemos la clave que nos da la respuesta...


Efectivamente eso que ven ampliado es el antiguo y desaparecido Colegio del Valle, por lo que podríamos decir que el fotógrafo se situó mas o menos a la altura de la esquina del ambulatorio Maria Auxiliadora...
 

De la escena llaman la atención muchos detalles, como los señores que nos dan la espalda tocados con el típico sombrero cordobés, o la señora que tenemos en primer plano que se tapa la cara por el resplandor del sol, peinada con el típico recogido sevillano y las ondas echas en el pelo, pero lo que a mi mas me atrae son los edificios que ya no existen...


Son esos dos, del estilo que dominaba casi toda la avenida y de una belleza singular como podemos comprobar, y que de nuevo tristemente fueron derribados para dar paso a dos gigantescos mamotretos de cemento...


Que pena y cuanto mal han echo algunos profesores de arquitectura, todo vale en Sevilla para disfrazarnos de modernos.

Lucrecia Manrrique Sol