La ciudad evoluciona al igual que su gente y sus rincones mas conocidos, por ejemplo que típico es después de un largo día de compras en el centro decir, "entremos en el Patio de San Eloy" a tomar algo, cuando antaño la frase hubiese sido, "entremos en el París o en el Britz" a tomar algo, y eso es lo que vamos hacer hoy, vamos a darnos una vueltecita hacia el Pasado de Sevilla y entraremos al Gran Britz a tomar un cafelito...
Impresionante, ¿no creen?. A primera vista me llama la atención dos detalles, el primero sin duda la maravillosa lampara de araña que cuelga en la zona central del Café, y en segundo lugar monumental escalera que nos recibe, ¿escalera?, esperen, vemos el Café desde la calle...
Efectivamente el local tenia una increíble entreplanta la cual daba mayor tranquilidad e intimidad a la hora de tomar un café y mantener un pequeña reunión...
Una lastima que hoy en día poco o nada quede de lo que vemos en la fotografia, ya que incluso esa maravillosa entreplanta ha desaparecido de su interior.
Pero lo mejor estaba aún por vez, pues tras esa maravillosa escalera se ocultaba la hermosa y elegante barra del Britz...
Observen los acabados de la barra y su forma, como ademas se ha aprovechado el espacio bajo la gran escalera y lo elegante de las sillas que invitaban a tener una entretenida conversación acompañado de un exquisito café.
Siempre quedará en la memoria de los sevillanos y en el cariño de los recuerdos de la ciudad el querido y tristemente maltratado Café Britz...
Pablo Bonilla Ruiz
Ana Maria López Garrido