sábado, 4 de agosto de 2018

Canícula trianera

Hoy no puedo decir otra cosa más que "ojú que caló hace", y es que en el día de ayer estuvimos a punto de superar el record histórico de temperatura en nuestra desarbolada ciudad...Sevilla. Es aquí donde hago el nudo de enlace con la siguiente fotografía la cual nos transporta al calor del pasado...


No sé a ustedes pero a mí me recuerda está fotografía a una infancia increíble donde la imaginación, la creatividad y porque no decirlo, el hambre, lograban sacar lo mejor de uno mismo y vivir momentos increíbles.
Como ya habrán intuido por el titular del artículo, estamos en Triana, en la desapacida Cava vieja o Cava alta, digo desaparecida por qué nos queda de ella dos casas mal contadas, un convento y un colegio. ¿Ven esas ventanas tan peculiares tras los chiquillos que se refrescan en la fuente y que calman con su agua la canícula trianera?...


Es el antiguo Colegio Reina Victoria, el mismo que da nombre a la calle que vemos hacer esquina con Pages del Corro...


Hoy en día ya no tenemos ni la fuente, ni los adoquines, ni los gitanillos de la Cava que daban vida y gloria a un barrio que durante siglos fue la otra orilla, el límite entre el bien y el mal de aquella edad media sevillana donde solo los enfermos y pobres eran sus únicos habitantes...ahora cómprate un piso allí con un sueldo de mil euros si puedes, que yo te pago la mitad...


Refresquen su memoria, sus recuerdos y aprieten los dientes, ya solo queda un mes de sufrimiento para nosotros, los sevillanos que sobrevivimos a la sobra se nuestro aire acondicionado porque árboles ya no nos quedan.

Sevilla gráfica
ABC

sábado, 28 de julio de 2018

La desaparecida Fábrica de Azulejos Manuel Ramos Rejano

Hoy en día cuando paseamos por Triana, como no pases por la Calle San Jorge ni te enteras de la historia alfarera que tuvo este barrio, y no lo digo solamente yo, es algo que se lleva reivindicando en Triana y toda Sevilla desde hace muchísimos años, por la terrible falta de información y señalización al respecto una vez cruzas el puente. Esto también hace caer en la confusión a mucha gente de que todas las fábricas de azulejos estaban concentradas en la Calle San Jorge o en la Calle Castilla, y para nada era así, pues fábricas hubo por toda Triana, como ejemplo esta de Manuel Ramos Rejano...


La imagen pertenece a la fábrica que abrió en 1905 en la Calle San Jacinto, y donde tuvo su mayor etapa productiva pues en ella concentró su producción para los pabellones de la Exposición Iberoamericana de 1929. Que nadie se lleve a confusión pues esta fábrica también era vivienda y exposición y su interior era un alarde impresionante del trabajo que allí se podía realizar...


Dividida en varias plantas, se repartían los talleres, básicamente una sala principal y después estaban los talleres de estampado, diseño y dibujo, donde sin duda alguna lo que se producía allí no era simple trabajo y si mucha magia...


Abrieron tienda en los Remedios y la Calle Tetuán, este último muy conocido y que muchos sevillanos guardan en su recuerdo con gran cariño por esta justo al lado del desaparecido Teatro San Fernando...


Como ya gran parte de nuestros lectores saben, los faroles que colgaban en su fachada de este establecimiento de la Calle Tetuán, son los que antes de su derribo fueron vendidos a la Hermandad de la Carretería y que hoy por suerte vemos colgados en la fachada de su Capilla.
Volvemos a la fábrica de la Calle San Jacinto, pues su historia acabó para mi modo de entender muy prematuramente, ya que en 1965 la empresa echa el cierre y el edificio queda en desuso...


Como vemos en las imágenes, los alicatados de las paredes fueron cayendo al suelo ante la desidia y el abandono de toda Sevilla, siendo cruelmente expoliado en sus últimos años hasta que en 1983 se comienza tristemente su derribo para levantar en 1986 el actual Instituto de Triana...


Es bastante triste saber que el final de un edificio industrial tan interesante e importante como el de esta fábrica de azulejo, fuera ni mas ni menos que el de su derribo y olvido. Toda esa edificación industrial de principios del siglo 20 que acunaba la Calle San Jacinto ha ido sucumbiendo bajo la piqueta años tras años, y siendo reemplazado por metal, cristal y diseños absurdos que han ido restando carácter a todo un barrio...


Hoy tan solo nos queda la fachada de la antigua Fábrica de Hispano aviación y poco más. Todavía nos acordamos de aquel antiguo Hospital de Triana o de las naves del Tranvía, en fin, qué le vamos hacer, acudiremos a los libros y a esta pagina para que nuestra memoria se olvide de que si hubo una Sevilla con carácter y que Triana fue cuna de alfareros, toreros, cantaores y bailaores.

Museo de la cerámica de Triana
Maria Morela Costilla

domingo, 22 de julio de 2018

...Espera que ahora bajo

En la historia fotográfica de nuestra ciudad hay de todo como en la viña del señor, imágenes que te ponen la piel de gallina, otras que te encogen el corazón, y después están las que te sacan una carcajada...


Nos encontramos en una apacible tarde de primavera, donde la providencia no quiso otra cosa que el autobús de la desaparecida línea número 9 dijo "hasta aqui hemos llegao"...


Si afinamos la vista, tras el cartelito con el número de línea, se ve perfectamente la taquilla donde antiguamente estaba sentado el cobrador y te daba el billete cuando te montabas en el autobús.
Por cierto, para los que todavía no saben donde esta realizada la fotografía, les lanzo esta pista...


Efectivamente, lo que vemos tras el hombre es el Arquillo de Miguel de Mañara en pleno corazón de la Avenida de la Constitución, y que dicho sea de paso a ver cuando lo hacen Santo que se lo mereció el pobre...


Pero la fotografía en sí nos ofrece un momentazo, y es la imagen de todos empujando a una, y el señor que está encima del camión mirando como no quiere la cosa y en una postura que no es precisamente la de echar una mano, sino más bien la de "espera que ahora bajo, ...a lo mejor"...



No todo son van a ser disgustos en el pasado de Sevilla, y si nos podemos reír de vez en cuando con esa época que a veces añoramos por la sencillez de esos tiempos que se fueron.

Mario Rodriguez Campos

martes, 17 de julio de 2018

El crimen de la Calle Monsalves

Hoy hemos tenido conocimiento de un nuevo crimen urbanistiur, una nueva cechoria de la piqueta sevillana que nos ha robado de un plumazo una de las mejores casas centenarias que la ciudad tenía catalogada, en concreto la número 4 de la Calle Monsalves.
Los que ya teníamos la mosca detrás de la oreja, estábamos avizor pues eran varios meses los que llevaba en venta y expeculandose con su futuro...


Dos millones de euros serían los culpables, y ya se sabía su destino, un Hotel turístico...


Como quien no quiere la cosa, hace unas semanas aparecieron los renders de la transformación de sus interiores...en estado de chock quedé al comprobar que todos sus herrajes iban a desaparecer...


Lo peor estaba aún por venir cuando está mañana El Diario de Sevilla nos desayunaba con la noticia de que a los albañiles, constructor, jefe de obras, se le había ido de las manos la piqueta y todo había sido derribado de un plumazo...


La primera imagen del artículo era demoledora, valga la redundancia, pero según avanzaba mi lectura, se iban confirmando mis peores sospechas...


Todo lo aquello subcestible de conservar, había sido arrasado, nada, absolutamente nada se había respetado conforme al proyecto y conforme a la ley de conservación y patrimonio...


Dantesco, terrible, deleznable, me faltaba calificativos para expresar lo que sentí en ese momento. Vivimos en una ciudad Histórica, o lo que queda de ella, donde destruimos nuestro pasado para alojar a los turistas en modernos pastiches de algo que ya no es.
Vigilancia, rigor, control, amor a la ciudad y otros tantos valores son los que les han faltado a los que vigilan y velan por nuestro patrimonio. Iba a pedir como última anotación una pequeña reflexión, pero que reflexión cabe en la locura de los que nos gobiernan sean del color que sea...NIN NINGUNA.

El Diario de Sevilla
Hoteles disan
Estudio y diseño S.A