jueves, 26 de marzo de 2015

Los dípticos del Prado

Como ya saben los que llevan un tiempo acompañándonos, no solo de fotografías se nutre este blog, pues también de cuadros podemos conocer el pasado ya desaparecido de la ciudad de Sevilla.
Hoy lo haremos a partir de un conjunto de dípticos que alberga el Museo Nacional del Prado, en Madrid...


Son 42 maravillosas pinturas en su mayoría del pintor Pérez Villaamil, donde descubrimos edificios, monumentos y paisajes ya desaparecidos de ciudades como Córdoba, Sevilla o Toledo. De Sevilla tenemos varios cuadros, de la Plaza de la Paja, de la Catedral, de los molinos de Alcala de Guadaíra, etc...Pero son dos en concreto los que vamos a rescatar por ser los mas peculiares...


Ahí lo tienen, La Parroquia de Omniun Santorum y la Puerta del Arenal. Recordemos que son cuadros del 1830-1845 y por lo tanto retrataban elementos aun existentes en la época. 
Empezamos por la Parroquia de Omniun Santorum, donde encontramos una cantidad de matices y detalles ya desaparecidos que nos hacen sumergirnos en una Sevilla que parece inventada...



Dos son los detalles que nos llaman poderosamente la atención, el primero lo encontramos adosado a la Parroquia y son las antiguas dependencias destinadas al Parroco de la iglesia, donde ademas se encontraban depositados los registros de todos los vecinos nacidos y fallecidos durante mas de 400 años. Ese pequeño edificio desapareció en los incendios producidos antes y durante la Guerra Civil...


El segundo detalle deduzco, por que no lo se con toda certeza, que debe de ser la entrada al compás se abría ante el Palacio de los Marqueses de la Algaba.
De lo que el pintor reflejo haya por 1835 a lo que nos queda hoy en día, hay bastante diferencia, dando gracias a que aun este en pie el Templo y que no fuese derribado tras su incendio...


Seguimos con el segundo cuadro y para mi el de mayor interés, pues de este si que no queda absolutamente nada en pie. Hablamos de la Puerta del Arenal...


Creo que de todos los grabados o reproducciones que se conocen, es el que mejor sin duda alguna refleja la monumentalidad y grandiosidad de la obra. Como diría mi abuela que en paz descanse, que deo me corto que no me duela, y que Puerta les digo que no me guste, pero es que estamos ante una de las joyas mas valiosas derribada a mi humilde manera de ver.
Observen la cantidad de detalles en su decoración, o las ropas y sombreros de los personajes de la épocas aquí capturados. Una maravilla que al menos se conserven cuadros como este, por que sino poco legado dejaríamos en la memoria de legiones venideras...


Museo Nacional del Prado

8 comentarios:

josesibarguen dijo...

¡Cómo es posible que hayamos destruido tamaña maravilla! Menos mal que a alguien se le ocurrió pintarlo, y a ti sacarlo aquí para conocerlo.
Enhorabuena por tu blog.

antonia gonzalez dijo...

¡¡Fantástica entrada!!recuerdo la parroquia de Omnium santorum como ha cambiado su fisonomía.Es un pecado mortal que nos priven de nuestra Sevilla la piqueta de los desaprensivos. ¡¡Bravo por ti!!

Unknown dijo...

Viva Sevilla

Ana Cordero dijo...

Gracias por este artículo tan interesante, haciéndonos ver la Sevilla que se nos fue o que destruyeron. Pero quería hacerte una pregunta, ¿no es el Arco del Postigo la Puerta del Arenal de la qye hablas? De hecho, colocándote desde el lado del Arco donde se encuentra la Capilla de la Pura y Limpia, aún se conserva parte de la puerta. Un saludo!

Paco Reche dijo...

Extraordinario el blog. Lo descubrí hace una semana y no paro de mirarlo.
Me confieso un enamorado de sevilla y aquí estoy descubriendo muchísimas cosas q no conocía.
Sigue así!
Un saludo

Paco Reche dijo...

Me encanta el blog. Sigue así!
Un saludo

Clemente León dijo...

La Puerta del Arenal no es el Postigo del Aceite. Esta puerta de encontraba al final de la actual calle García de Vinuesa, antes calle de la Mar, aproximadamente sobre la confluencia con la calle Arte. Debió de ser, como todas las demás puertas, una obra grandiosa, sacrificada supuestamente en aras del progreso y de la modernidad, como casi todas las heregías cometidas en nuestra ciudad. El Postigo del aceite, como su propio nombre indica, es una puerta menor que se encuentra detrás de la oficina principal de Correos y que por una extraña suerte sigue en pie. En la muralla, alevosamente demolida, había muchas puertas y postigos, de los que varios ejemplares eran monumentales. De todas estas entradas sólo se conservan el citado Postigo del Aceite, el Arco de la Macarena y la interesante y nada conocida Puerta de Córdoba, que se encuentra en su estado original de época musulmana. Esta última se encuentra pegada a la capilla de San Hermenegildo, en Capuchinos, y que, al tratarse de una auténtica puerta defensiva en recodo, casi nadie identifica con tal puerta de la ciudad, así eran todas antes de las sucesivas reformas de época cristiana. Unas maquetas de varias de varias de estas puertas pueden verse en uno de los patios interiores de nuestro Aynutamiento.

Clemente León dijo...

Sobre mi comentario de 11 de junio de 2018, deseo corregir algunas erratas y no veo la forma de editarlo. La que aparece como calle "Arte", debe entenderse como calle "Arfe"; más abajo cometo la herejía de poner "heregías", así con "g" y aunque hoy día la RAE admite numerosas barbaridades y, nunca mejor dicho, herejías, yo suelo escribir las palabras como siempre se han escrito. Al final repito la palabra "varias" y escribo mal Ayuntamiento. Espero que sepan disculpa esos lapsus y felicito al autor de la página por lo que hace por la memoria de nuestra ciudad.