Todos sabemos del valor artístico que puede tener un hotel como el Hotel Alfonso XII y es por ello que seria imposible pensar en que algún día pudiera llegar a cometerse el derribo del mismo para construir en su solar un centro comercial, pues bien, tenemos la prueba de que los sevillanos somos la excepción en todo y en esto también tuvimos que serlo desafortunadamente.
Pasamos ahora con este vídeo a conocer la vida, suerte y desgracia de uno de los hoteles mas bellos que tuvo la ciudad, el Hotel Madrid.
Tristemente en su solar nos queda el lamentable estigma del mamotreto "Galerias Preciados", ahora "Corte Ingles"...
el pasado de sevilla
La sevilla que no vemos
5 comentarios:
Hemos estado visionando el vídeo mi mujer y yo...Ninguno de los dos sabíamos de la existencia de este edificio...Una auténtica maravilla y una pena que se destruyera. Una más de la cantidad de aberraciones que se han llevado a cabo en nuestra ciudad. Gracias por compártirlo.
Un abrazo.
una verdadera pena flamenco.
Yo no se quien seria el valiente, pero yo desde luego no hubiera tenido menda de entrar dentro de ese edificio con un martillo y un cincel, ni yo ni alguien que minimamente le guste guste el arte, por lo que mucha hambre habría de haber por medio para cometer tal locura.
un saludo y me alegro que os gustara el vídeo.
Gracias por llegar a mí para poder descubrir tu blog que considero una verdadera joya. Te sigo, por supuesto.
saludos
;-)
tupersonalshopperviajero gracias por tus palabras, son un verdadero aliciente para seguir trabajando en el blog.
desde aquí también recomiendo el tuyo que es un verdadero altruismo hecho blog para y por los internautas.
saludos.
Este Hotel me recuerda muchisimo a un amigo que tenia por aquellas fechas llamado Antonio, que trabajaba de botones en el referido Hotel, vivia Antonio en la calle Baños, e ibamos a esperarlo cuando salia de su trabajo a unos futbolines y billares, que habia por aquel entonces, en la Plaza de La Magdalena, Plaza que también ha cambiado muchisimo, pues existian unas casas que eran verdaderos museos.
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