miércoles, 23 de agosto de 2017

Los camilleros de la Santa Caridad

En Sevilla, que tenemos la memoria muy volátil y selectiva, se nos ha olvidado con el paso de los años, no hace falta que sean siglos, oficios y personajes muy singulares que estuvieron en nuestras calles desde tiempos inmemoriales. Hace unos meses navegando por las redes sociales veo en un foro una fotografía que la etiquetaban con la leyenda de "repartidores de queso", aquí se las muestro...


La fotografía está tomada en la Calle Tetuán, a fondo pueden ver el cruce de la Calle Rioja, y debemos apuntar como detalle curioso el adoquinado del suelo y como se aprecia que aún estaba abierta al tráfico rodado y al tranvía...


A ver, no se si dan la impresión de ser repartidores de queso, y no les culpo en ningún momento de no saber lo que son porque nadie se ha encargado en nuestros colegios de explicarlo, ni en nuestros libros de historia de ilustrarlo...


Yo humildemente desde esta pagina que la quiero como si de un hijo se tratara, os explicaré qué son exactamente. Estos señores recorrieron durante más de 350 años las calles de Sevilla recogiendo enfermos y vagabundos para llevarlos a que recibiesen asistencia al hospicio de la Santa Caridad, son por tanto camilleros del Hospital de la Santa caridad, que fundara 1578 Miguel de Mañara...


Este filántropo, que para mi ya debía haber sido nombrado santo hace muchos años, dedicó toda su fortuna y vida en la construcción y manutención de un hospital que acogiera a los enfermos y desvalidos, además de a los presos condenados a muerte para darles posteriormente santa sepultura...


En un principio el proyecto nació como hospicio de vagabundos, los años, décadas y siglos fueron pasando, y ampliaron sobre tres naves de las antiguas atarazanas unas nuevas instalaciones donde habilitaron un hospital con quirófanos para cirugías menores y salas de recuperación.


Observen con mayor detenimiento la dureza la fotografía porque no tiene desperdicio alguno y puede que remueva alguna conciencia dormida...


Una vez terminada la Guerra Civil, la imagen de estos camilleros desaparecieron de nuestras calles, y no se muy bien porque, también se borró de nuestra historia y del ecosistema sevillano que durante más de 350 años sobrevivió en gran parte gracias a la labor de estos señores.
Me parece perfecto  que los colegios e institutos se enseñe quienes eran los aztecas, los vikingos, Kennedy y Platón, pero creo que habría que dedicar aunque fuera solo un capítulo a la historia de la ciudad en la que vivimos, porque si no sabemos de dónde venimos y que es Sevilla, jamás la cuidaremos y apreciaremos como se merece.

Y no podemos cerrar el artículo de hoy sin recordar con todo cariño a nuestro capataz Miguel Loreto Bejarano, fallecido hace pocas semanas en el Hospital de la Santa Caridad, donde paso sus últimos meses de vida...


"Ampliamos"

Este artículo ha tenido una gran repercusión entre nuestros lectores, desenterrando del recuerdo vivencias y conocimientos sobre los Camilleros de la Santa Caridad. Dejemos aquí testimonio de algunos de ellos y por supuesto agradecemos su generosidad por compartirlos con el resto de sevillanos:

Rafael Fernández Marquéz:

"Aún es posible ver a estos camilleros aunque en su otro cometido de portar los cadáveres en los entierros. Esta indumentaria se usa en los sepelios de los hermanos de la Santa Caridad, abren el cortejo portando cruz y faroles. Llevan el babilón recogido con un cinto de cuero y el sombrero que, al menos las dos veces que los he visto, no se quitan al entrar en la capilla; no sé si por privilegio o, simplemente, por incapacidad mecánica al ir ocupadas las manos. 
Te recomiendo, si no lo has hecho, asistir a uno de estos sepelios el rito es precioso de ver."



Inma Linared:

''No solo salían ellos ya que los hermanos de la  Caridad iban con ellos rezando. Llevaban en la mano una limosnera. sus trajes eran azules y sombrero azul y cordón rojo y llevaban unas correas negras. No solo pedían para el entierro de los ancianos sino para los hermanos también. Eran sus normas. También he visto los coches fúnebres de caballos todo negro y caballos con penachos negros"

Virginia Torres Linares:

"Y además cuando iban pidiendo por el barrio, iban diciendo una limosna por el amor de Dios para enterrar a este pobre de la Santa Caridad...lo se porque también yo también en el Arenal, frente a ella."

ABC
Jose Antonio Lopera Morene
@rafavalero1965

sábado, 19 de agosto de 2017

El tapón de la Expo

El pasado de Sevilla también se quiere sumar al homenaje del aniversario de la Expo del 92, y para ello hemos preparado este interesante articulo "expres", el tapón de la Expo, o así es como el diario ABC calificó en 1989 a nuestro querido y añorado "Tapón de Chapinas"...


Este gran "tapón" de tierra no era otra cosa sino la unión de dos orillas mediante un relleno artificial, que se creó para descongestionar la salida de Sevilla hacia Huelva, y que entre otras cosas también albergó las instalaciones deportivas de Chapinas...


Para los de cabellera plateada, nos da bastante pena recordar estas imágenes, es bastante triste ver el estado en el que se encontraba la pista de atletismo y la piscina totalmente desecada, ¡¡¡cuantos y cuantos ratos de deporte y ocio allí vividos!!!...


Como vemos en la fotografía, en 1989 las obras de la Expo estaban ya a todo trapo, tanto es así que podemos apreciar perfectamente los distintos movimientos de tierra junto al Monasterio de la Cartuja, y la recién instalada pasarela que conectará Torneo con la Isla a la altura del Jardín Botánico...


Solo viendo esta fotografía, nos podemos hacer una breve idea del trabajo ingente que se realizó para hacer realidad la Exposición de 1992, los millones de metros cúbicos de tierra removidos, los millones de hormigón vertidos y el gran cambio urbanístico y tecnológico que supuso para la ciudad...


Hoy en día pienso que el 99,9% recuerda la Expo del 92 con gran cariño y con recuerdos familiares muy especiales vividos en ella, por lo que me siento muy afortunado por haberla vivido y sentido.

ABC
Nuria Mayoral Garcia