Hace 70 o 80 años hablar de las "afueras de Sevilla" era hablar de zonas del extrarradio como Pino Montano, San Diego, La Salle, sectores de una ciudad que aun no existían como tal, y que eran poblados por huertas y cortijos. Es normal por tanto que nuestros abuelos y abuelas digan con nostalgia que ellos nacieron y se criaron en Triana, en la Alfalfa, en la Alameda, ect..., ya que la estampida ha estos nuevos barrios no se produjeron hasta principio de los 60 o 70.
Pero ademas de huertas, tambien podiamos encontrar algun que otro edificio bastante singular, valga este como ejemplo...
¿Y de que edificio se trata?, pues bien, lo que ustedes están contemplando es el recién inaugurado Hospital Victoria Eugenia, popularmente conocido como Hospital de la Cruz Roja. Este hospital fue inaugurado por la Reina Infanta Victoria a finales de 1923, y como pueden observar, ni la avenida era avenida y aun no habia la cantidad de casas y pisos que hoy pueblan el entorno...
Eran por tanto en aquellos años el extrarradio de Sevilla, y tan solo si afinamos la vista, reconocemos un edificio tras el hospital, hoy en día imposible de contemplar bajo la misma perspectiva, ya que las nuevas edificaciones así nos lo impiden...
Efectivamente se trata de la Parroquia de la Divina Pastora de Capuchinos.
Miguel Lucena Peña
por tu aire, por tu agua te llamaron Noble, Leal, Heroica, Invicta y Mariana a ti por siempre, Sevilla
miércoles, 1 de agosto de 2012
lunes, 30 de julio de 2012
Los Caños de Carmona. 3ª parte
Como no hay dos sin tres, rescatamos de nuevo uno de los temas que mas gustan en este blog, Los Caños de Carmona, ese monumental acueducto-viaducto que nada tuvo que envidiar al del Segovia y que incomprensiblemente fue demolido casi por completo bajo miles de excusas absurdas.
Hablamos de excusas absurdas cuando no fueron aceptadas ni siquiera por el gobierno central de la nación, ya que el valor artístico y arquitectónico era de un nivel único en toda España, y fue este, el gobierno de la nación, el primero en recriminar al consistorio sevillano su acción de derribo sobre este maravilloso monumento.
El principal alegato de derribo que utilizo el ayuntamiento sevillano de la época, era que sus arcadas solo servían para el fomento y alberge de gitanos y maleantes, degradando todo el entorno que rodeaba a los Caños, (parece que hablamos de la actualidad, ¿verdad?)...
Puede que se diera algún caso, pero eran los menos, dado que los arcos eran escoltados por caminos que unían Alcala y pueblos cercanos con la capital, y lo que si proliferaban junto a ellos eran las ventas como las que vemos en la imagen.
Existía una ley bastante estricta y vigilada que era la de la total prohibición de cegar o cerrar cualquiera de los arcos de los Caños para con ello ser utilizados como base para cualquier edificación, por lo que en cualquiera de las imágenes que existen sobre los mismos la esbeltez de sus arcos libres es lo primero que llama la atención...
La belleza de los arcos atravesando los campos sevillanos y penetrando con toda su monumentalidad hasta el mismo corazón de la Ciudad muriendo en la Puerta de Carmona tendría que ser como mínimo una imagen inigualable y de una belleza que en la actualidad dejase boquiabierto a cualquiera que lo viere.
Hablamos de excusas absurdas cuando no fueron aceptadas ni siquiera por el gobierno central de la nación, ya que el valor artístico y arquitectónico era de un nivel único en toda España, y fue este, el gobierno de la nación, el primero en recriminar al consistorio sevillano su acción de derribo sobre este maravilloso monumento.
El principal alegato de derribo que utilizo el ayuntamiento sevillano de la época, era que sus arcadas solo servían para el fomento y alberge de gitanos y maleantes, degradando todo el entorno que rodeaba a los Caños, (parece que hablamos de la actualidad, ¿verdad?)...
Puede que se diera algún caso, pero eran los menos, dado que los arcos eran escoltados por caminos que unían Alcala y pueblos cercanos con la capital, y lo que si proliferaban junto a ellos eran las ventas como las que vemos en la imagen.
Existía una ley bastante estricta y vigilada que era la de la total prohibición de cegar o cerrar cualquiera de los arcos de los Caños para con ello ser utilizados como base para cualquier edificación, por lo que en cualquiera de las imágenes que existen sobre los mismos la esbeltez de sus arcos libres es lo primero que llama la atención...
La belleza de los arcos atravesando los campos sevillanos y penetrando con toda su monumentalidad hasta el mismo corazón de la Ciudad muriendo en la Puerta de Carmona tendría que ser como mínimo una imagen inigualable y de una belleza que en la actualidad dejase boquiabierto a cualquiera que lo viere.
Esta entrada va dedicada con todo mi cariño a mis
hermanos de la Tertulia "En silla de enea"
Miguel López Zambrano
ABC
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