lunes, 23 de julio de 2012

La belleza que no supimos ver

Largo y tendido se ha hablado en este blog de la demacrada Plaza del Duque de la Victoria, de sus palacios y su teatro, pero siempre nos quedará algo en el tintero. De ese tintero rescataremos hoy el Palacio de los Guzmanes o como era mayormente conocido el del Marques de Palomares...


Impresionante, ¿verdad?, es escalofriante pensar que esta imagen esta tomada tan solo cuatro meses antes de su derribo, increíble.
Pues bien, si hermosa era la fachada de este palacio del 1800, no menos importante era su interior, en concreto su patio principal...


El palacio fue vendido a Juan Antonio Fernandez de la Riva en 1879, mediante subasta publica. Este señor tubo la brillante idea de instalar en el unos almacenes textiles, y para llevar a cabo tan brillante empeño, no se le ocurrió otra cosa al hombre que arrasar todos sus jardines, fuentes y soleria para cubrirlo con una gran montera y  con ello acondicionarlo como local...



Paradojas de la vida, esa rama, la textil, seria lo que lo llevaría a su derribo, dando paso al edificio del gigante del textil "el corte ingles"...



Me parece increíble tal desprecio al arte y el patrimonio, como los sevillanos de la época se pusieron una venda en los ojos y fueron capaces de permitir tal crimen contra el patrimonio de una ciudad con mas del 2000 años de historia sobre sus espaldas...


Confió, deseo y espero que algún día la mentalidad de este pueblo cambie de una vez, no siendo demasiado tarde con lo poco que no queda, por que lo que si he perdido son las esperanzas de que algún día se recupere algo de que perdimos.

Maria Lopez Aguilar
ABC
Universidad de Sevilla

sábado, 14 de julio de 2012

Recuerdos de una liturgia perdida

La liturgia marca las formas y maneras de como realizar una ceremonia, esa que hacia de la Semana Santa sevillana una unión de miles de pequeños detalles los cuales la dotaban de una halo muy especial. Muchos de esos detalles se han ido perdiendo con el tiempo por falta de interés en conservarlos y otros por que así lo quiso la misma iglesia, como por ejemplo Las Manguillas...


La Manguilla era la tela que cubrían gran parte de la vara que portaba la Cruz Parroquial y generalmente estaban decoradas con ricos bordados, su peso era muy elevado y se portaba mediante un brazo acolchado que descansaba sobre la cabeza del que la llevaba, valgan de ejemplo estas dos, la de la Parroquia de Santiago y la de Santa Ana ...


Pero también las habían lisas, como esta de los Estudiantes...


Tenia una importancia como pieza clave en la liturgia sevillana muy relevante, de tal forma que llegaban a participar como parte clave del cortejo del Corpus sevillano...



Pero como hemos dicho, algunos detalles nuestra liturgia se han perdido por falta de interés o otros por que así lo ha querido la propia iglesia siendo este ultimo el caso de la desaparición de la manguillas, deshabilitadas por el Concilio Vaticano II a finales de los temibles 60.

Aunque son pocas las alegrías que nos llevamos cuando hablamos del pasado de Sevilla, a veces encontramos la excepción, y para este caso nos la da la paradoja de la Hermandad de la Pastora de Triana, y fíjense ustedes el por que se lo digo, una hermandad de gloria que hasta hace relativamente poco estuvo a borde de la extincion, y que hoy por hoy ademas de gozar de un numero bastante elevado de hermanos, ha sido la precursora de recuperar para nuestras calles y liturgia la hermosisima manguilla...


Fco. José Roman
ABC