Hoy hace ya dos días que tendría que haber pasado por esa esquina que tanto forma parte de mí vida, por aquella en la que miro hacia atrás y repaso en mí cabeza los 364 días que me serapan de ti. Es como si al llegar a ella alguien me dijera que ya queda poco, al fondo todo recto encontrarás la Gloria, la redención a todos tus pecados, la promesa por la que estas allí, entearas en la Catedral donde la Giralda te dará ese abrazo de madre y todo se habrá cumplido un año más. Es cuando llego a ella que mi hijo se suma a mí tramo portando ese cirio que es más alto que él, donde se cierra ese círculo y se cumple el mejor de mis sueños...
Viendo la fotografía pensarían que estoy hablando de otro lugar de Sevilla y no de la Plaza de la Campana, pero no hay lugar al error, pues vemos al fondo nuestra querida confitería...
La imagen nos retrae a un pasado que nos induce a pensar que estamos en otra ciudad, los adoquines de Gerena, las vías del tranvía, las marquesinas de los escaparates...el señor montado en burro...
Justo detrás vemos parte de la fachada del desaparecido Café Teatro Novedades, donde alcanzamos a leer un cartel anunciando el "Fino Caribe". Tanto él Teatro como todos los edificios que aparecen en la parte izquierda de la imagen fuero pasto de la piqueta para el ensanche que uniría todo este sector con la Ronda Histórica...
Hoy en día el aspecto de todo el entorno ha cambiado tanto que nos es imposible apreciar el detalle de la antigua morfología de la ciudad, ni si quiera hoy respetamos lo poco que queda y dudo mucho que lo hagamos en el futuro...
Espero no haber empachado a mis queridos lector@s con el comienzo de esta publicación, pero necesito ir dejando pequeños recuerdos en este humilde blog con la esperanza de mis hijos nunca olviden lo tanto que quise a mi ciudad y sé enamoren de ella igual que lo estoy yo. Espero que nos veamos pronto en la siguiente publicación, hasta entonces un abrazo y ánimo, que ya nos queda menos.
José Carlos Rodríguez Arahal
Cicerines de Sevilla